Lo acontecido el pasado domingo con los resultados de las elecciones para elegir los nuevos congresistas tiene al país conmocionado. Y con toda razón. Lo que está sucediendo es muy grave y compromete seriamente el futuro de la democracia en Colombia. Que todavía sigan apareciendo votos por miles en distintas mesas de votación exige respuestas claras y contundentes por parte de quien está al frente de la Registraduría Nacional, entidad garante tanto de la logística como de los resultados electorales.
Por desgracia el registrador Nacional, Alexánder Vega, ha sido desbordado por las circunstancias y su gestión no ha estado a la altura de las responsabilidades que se derivan de su cargo. Su retiro debe producirse en el menor tiempo posible. La grave situación no da espera. Su permanencia en la Registraduría genera incertidumbre y desconfianza de cara a la primera vuelta presidencial, que se llevará a cabo el próximo 29 de mayo. Quedó demostrado que no es la persona idónea que garantice unas elecciones transparentes en Colombia.