Alrededor del centro de Bogotá, por las distintas calles coloniales que llevan a la Plaza de Bolívar, ríos de ciudadanos, jóvenes, indígenas, afros, activistas, políticos y artistas, ondeando algunos la bandera tricolor característica de los 7 de agosto y los partidos de fútbol, llegan en procesión alegre y tranquila a la posesión del primer presidente de izquierda en la historia del país: Gustavo Petro.
Así, con atuendos de culturas ancestrales como las atávicas yaknas de los koguis, coloridas melenas adolescentes en jeans e informales sudaderas dominicales se va llenando poco a poco el habitual lugar de las palomas, las llamas y los turistas, cercada al fondo por el Capitolio Nacional, a la derecha por la Alcaldía, a la izquierda por la Catedral Primada y al respaldo por el Palacio de Justicia.