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La estrategia de la oposición y los independientes ha funcionado en el último debate de la reforma pensional en la plenaria de la Cámara porque, aunque aparentemente el Gobierno tiene los votos para pasar su polémico proyecto, las rupturas de 'quórum', las recusaciones y mociones de censura están apretando aún más los tiempos del articulado, al que le quedan menos de semana y media de vida en esta legislatura.

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El pasado martes, cuando se tenía previsto que arrancara la votación de impedimentos, no se pudo llevar a cabo debido a que las bancadas de Cambio Radical, Centro Democrático, La U, liberales y conservadores se salieran del recinto argumentando que estaban recusados, que no se había programado la fallida audiencia pública del proyecto, que no le dejaron a la oposición exponer su ponencia en penúltimo debate, que no había agua en el Capitolio y que no se habían agendado las seis mociones de censura solicitadas contra ministros del presidente Gustavo Petro.

Al respecto, el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, explicó que 'lo que ha exigido la posición son garantías, la enaria había aprobado que se realizara una audiencia pública antes de iniciar el debate y eso no ha sucedido y fue por eso que con tanta insistencia hablamos de la necesidad de aplazar este proyecto”.

Por su parte, el representante Heráclito Landínez, del Pacto Histórico, hizo un llamado 'a los partidos de la oposición a que entremos a las plenarias, a que debatamos con argumentos, y no con obstrucciones para evadir los debates. Lo más importante de un Congreso es que existan los debates, las deliberaciones y los acuerdos para sacar las leyes o archivarlas”.

Además, la discusión de si se puede aprobar esta controvertida iniciativa en sesiones extraordinarias ha entrado al orden del día.

'Esta es una reforma de una ley ordinaria que podría discutirse en sesiones extraordinarias convocadas por el Congreso de la República si así fuese necesario”, dijo el oficialista.

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Entre tanto, el representante opositor aseveró que 'se tiene que votar el cuarto debate y la conciliación antes del 20 de junio, si el Gobierno se ve apretado va a tratar de darle una interpretación distinta, pero eso va a poner en riesgo la constitucionalidad del proyecto”.

De otro lado, la coordinadora ponente de la reforma, la representante Martha Alfonso, de la Alianza Verde, dijo sobre lo ocurrido el pasado martes que 'se demuestra que hay una estrategia dilatoria. Cuando fuimos a votar los impedimentos, habiendo tenido 110 votos en la verificación de 'quórum', no tuvimos ni 50. Yo veo aquí cantidad de estrategias dilatorias, que no terminan afectando al Gobierno sino a una enorme cantidad de población colombiana”.

Por ahora, este miércoles desde las 7 de la mañana está citada la continuación del primer debate de la reforma laboral en la Comisión Séptima de la Cámara, a las 8 de la mañana la audiencia pública de la oposición sobre la reforma pensional, a las 10:30 de la mañana el último debate de la reforma pensional en la plenaria de la Cámara y a las 4 de la tarde la elección del nuevo contralor en el Congreso en pleno.

Esta cargada agenda le quita posibilidades a la pensional, además de que el próximo jueves y el miércoles 19 de junio no se podrá discutir la reforma debido a que son sesiones que liderará la oposición. Y se prevé que se disponga la otra semana el debate de moción de censura contra el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, por el lío del cambio en el sistema de salud para el magisterio.

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Por si fuera poco, los impedimentos son 90 y las proposiciones son 400, y las ponencias son dos, incluyendo la de archivo. Todo esto, además de la conciliación, deberá ser aprobado por la plenaria de la Cámara antes del jueves 20 de junio para que la reforma pensional no se hunda