Una vez se despacharan los más de 100 impedimentos, se negara la ponencia de archivo y se aprobara la ponencia positiva, la plenaria de la Cámara arrancará este viernes el último debate en firme de los 95 artículos del polémico proyecto del gobierno del presidente Gustavo Petro de la reforma pensional.
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No obstante, la iniciativa sigue en su pelea contra el tiempo porque de no aprobarse y conciliarse antes del próximo jueves 20 de junio, se hundirá.
Por eso el presidente de la Cámara, el representante Andrés Calle, del Partido Liberal, anunció que el Salón Elíptico sesionará también este sábado, lo cual resulta cuanto menos inusual en el Capitolio, que no suele debatir ni, incluso, los viernes.
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Además, aún hay recusaciones por resolver contra partidos como La U, Liberal y Conservador, estos dos últimos de hecho acababan de salir airosos de recusaciones previas en la Comisión de Ética en medio de la deliberación.
Así mismo, hay más de 500 proposiciones que auguran agregarle más trámite a la reforma.
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También los próximos lunes y martes se prevén como sesiones que comandará la oposición en virtud del Estatuto de Oposición y se usarán para las primeras dos mociones de censura de las seis citadas, contra los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y de Defensa, Iván Velásquez.
En medio de todo este lío para el proyecto, en el que el oficialismo busca espacio para pasar el articulado y la oposición y la independencia persiguen que la iniciativa se hunda por tiempos, se discute si la reforma puede o no ser debatida en extras, es decir más allá del 20 de junio, cuando terminan las sesiones ordinarias de esta, la segunda legislatura del actual Congreso.
