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No es claro en este momento el porvenir de la mesa de paz con el Eln tras la suspensión de las negociaciones dictada por el Gobierno ante el atentado terrorista del pasado martes en la base militar de Puerto Jordán, Arauca, que dejó, violando normas del DIH como la cercanía de un colegio y el uso de artefactos explosivos artesanales, tres uniformados muertos y 29 más heridos, siete de ellos en una Unidad de Cuidados Intensivos.

El Ejército de Liberación Nacional se atribuyó el viernes el ataque a través de un comunicado del Frente de Guerra Oriental, que es el más activo y numeroso de ese grupo subversivo, que dijo que el atentado es “legítimo” porque en la base militar supuestamente se “custodia y protege” a miembros de una banda criminal al mando de alias Pescao a “quien usan (los uniformados) para su plan mercenario como paramilitares”.

El mensaje del Frente de Guerra Oriental del Eln también aseguró que su “inteligencia” conoce que en el ataque a la base hubo “más de 30 bajas entre oficiales, suboficiales y soldados profesionales, entre muertos y heridos”.

Adicionalmente, los rebeldes aseguraron que han cumplido los acuerdos alcanzados con el Gobierno en las negociaciones de paz que se iniciaron en noviembre de 2022 en Caracas.

De acuerdo a esa guerrilla, prorrogó “unilateralmente el cese al fuego de un año, hasta el 23 de agosto y el Gobierno siguió sin cumplir, subestimó nuestra voluntad de retomar los diálogos de paz, permitiendo a Otty Patiño (consejero comisionado de paz) proseguir con su tarea ‘progringa’ de mantener a nuestro país amarrado a los planes de guerra perpetua”.

¿Diálogo sin cese?

Además, sobre la mesa de paz el comandante del Eln y jefe de la delegación de la guerrilla en las conversaciones, Eliécer Herlinto Chamorro, alias Antonio García, aseguró que el proceso de paz con el Gobierno puede continuar pese a que no haya un cese el fuego.

Antonio García recordó que el cese el fuego de un año, que expiró el pasado 3 de agosto, “no pudo prorrogarse y en el contexto de buscar soluciones, el ministro de Defensa y el comandante de las Fuerzas Militares ordenaron reanudar las operaciones ofensivas contra el Eln”.

La mesa se estancó a comienzos de este año por las exigencias del Eln de que el Gobierno los retire de la lista de grupos terroristas y abandone el diálogo regional que mantiene en Nariño con los Comuneros del Sur, grupo supuestamente escindido del Eln.

Los Comuneros del Sur

De hecho, se informó el viernes que el Ejecutivo y los Comuneros buscan pactar un cese al fuego bilateral y para ello anunciaron que dispondrán de una “mesa técnica”.

Así se lee en un comunicado conjunto: “Las partes comenzarán a trabajar en una mesa técnica que incluirá” a ambas delegaciones, la fuerza pública y el Ministerio de Defensa para “establecer de forma gradual los protocolos para llegar a un cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo”.

“Como primer gesto de voluntad, Comuneros del Sur se compromete a suspender los secuestros, el reclutamiento de menores de edad y el uso de minas antipersonal”, agregando que también establecerán un “Mecanismo de Monitoreo y Verificación Eficaz”.

En el boletín, publicado tras la tercera sesión de la “Mesa para la co-construcción de paz territorial en Nariño”, las partes también anunciaron que instalarán la “primera zona territorial de concentración” antes de que termine el año, lugar en el que estará el 30 % de los integrantes de ese desconocido grupo armado.

No obstante, el Eln asegura que el jefe de los Comuneros, Gabriel Yepes Mejía, conocido como HH o Samuel, es realmente un infiltrado de la inteligencia militar para crear la imagen de que la guerrilla está dividida, y considera una deslealtad que el Gobierno les pase por encima para negociar con ellos.

La propia Delegación del Gobierno en los Diálogos con el Eln, dirigida por Vera Grabe, pidió a Petro en una misiva que les aclarara con quién se negocia.

El Eln debe activar la mesa

El negociador de paz en este proceso, el senador Iván Cepeda, del Pacto Histórico, le dijo a EL HERALDO que el atentado realmente es una situación “que nos llena de preocupación y tristeza porque como lo dijimos en el comunicado de la Delegación del Gobierno nos solidarizamos con las víctimas de la fuerza pública en este nuevo hecho de violencia y también con sus familias”.

Ahora, afirma, “nosotros hemos realizado toda clase de esfuerzos para reactivar la mesa, pero ante un hecho de esta naturaleza y de estas proporciones, no tenemos ninguna opción distinta a tomar una decisión que en este caso es de suspensión de todas las labores que se habían venido realizando para precisamente motivar lo más pronto posible los programas de la mesa de diálogos. Así que ahora es el Eln, como dice el comunicado, el que debe dar una muestra clara de que hay voluntad para avanzar”.

Acerca de en qué consiste esa muestra de paz, señaló el integrante de la mesa que debe ser, “para comenzar en donde hay que hacerlo, activar la mesa nuevamente y volver a las reuniones y a los ciclos de paz”.

“El presidente Gustavo Petro lo dijo con toda claridad, dijo ‘prácticamente cerrar la mesa’, pero no dijo en ningún momento que el proceso de paz había llegado a su fin o que él había tomado la decisión de romper los diálogos, llevar a cabo decisiones que le quitaran el piso político y legal a la negociación. Ha expresado una situación muy preocupante y frente a la cual hay que tomar rápidamente correctivos, y la declaración que emite la delegación es un desarrollo precisamente de ese planteamiento”.

Y frente a la opinión de alias Antonio García, de negociar en medio de los operativos militares, advirtió Cepeda: “Como lo hemos dicho, es en la mesa donde se discuten y se resuelven los asuntos, evito cualquier comentario que no sea en esa instancia, ha habido un cese al fuego de un año muy valioso y que ha arrojado unas enseñanzas y esa experiencia hay que tenerla en cuenta”.

“No más exigencias del Eln”

Entre tanto, el ex jefe negociador de paz con esa guerrilla, Juan Camilo Restrepo, indicó en EL HERALDO que el Eln ha dado muchas muestras últimamente de que no tiene mayor interés en el proceso de paz, que han sido frecuentes y constantes sus violaciones al DIH, como por ejemplo el reclutamiento de menores, los atentados a los gasoductos y oleoductos que surten las poblaciones civiles, los atentados contra las escuelas y los secuestros.

“Y resulta que un grupo alzado en armas, desde la Convención de Ginebra del año 49, tiene la obligación nada diferente de respetar el DIH si se sienta a negociar un proceso de paz con un gobierno legítimo; entonces, es muy complicado para el gobierno actual proseguir con un proceso de paz en donde la contraparte no parece estar interesada en las conclusiones o resultados de un proceso de paz”, dijo el exministro.

Por ello, considera que está bien que se haga una pausa de reflexión y no que se vaya al remolque de lo que esté diciendo Antonio García cada día “porque realmente ha sido una farsa lo que han hecho últimamente, y el último de cuyos hechos fue el ataque a la base militar de Arauca. Soy partidario de suspender la mesa hasta tanto haya hechos de paz diferentes a una declaración de Antonio García; es decir, que haya una declaración formal, solemne, ante garantes, ante la comunidad internacional, de que van a respetar el DIH, eso es un hecho de paz y si eso se da, se podrían reanudar, pero mientras tanto este jueguito de las declaraciones no le dan ni seguridad jurídica ni fáctica al proceso de negociaciones”.

Y puntualizó que se agotaron las exigencias del Eln porque el Gobierno ha ido detrás de esas exigencias sin suministrar de parte de la guerrilla hechos que den confianza al proceso de paz.

“Ni secuestrados ni ataques”

Por su parte, el desmovilizado y exintegrante del Comando Central, Coce, del Eln, Carlos Velandia, sostuvo en EL HERALDO que “la suspensión es una forma de salvar los muebles de un naufragio. Muy diferente a la ruptura. El Gobierno deja la puerta entreabierta, y al Eln le queda la responsabilidad de abrirla y pasar por ella”.

Ante esto, prosigue el hoy activista de paz, la guerrilla deberá pagar un peaje: demostrar su voluntad: “Lo que interpreto que el Eln deberá hacer es descongelar el diálogo, regresar a la mesa de diálogo con la suspensión definitiva de los secuestros, la liberación de todos los secuestrados en su poder, declarar el cese unilateral y permanente de las acciones armadas contra la fuerza pública y hostilidades contra la sociedad”.

Finaliza Velandia con que esta sería la forma apropiada de reparar el estado de ‘viabilidad severamente lesionada’, en que ha quedado el proceso de paz a raíz del doloroso atentado terrorista a la base militar de Arauca.