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Luego de que se cumplieran las mesas técnicas de la polémica reforma a la salud 2.0 la semana pasada, lo que viene ahora es la expectativa por la ponencia para su primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

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De hecho, para este miércoles se tiene programada una audiencia pública sobre este proyecto del gobierno del presidente Gustavo Petro en el Congreso, convocada por los coordinadores ponentes.

Acemi, que agremia a varias de las EPS del régimen contributivo, afirmó la semana pasada que “por primera vez en el trámite de esta reforma se escucharon las inquietudes de los diferentes agentes del sistema de salud. Hay coincidencia en algunos aspectos y persisten distancias en otros. La mesa no tenía como propósito conciliar o redactar un nuevo proyecto, el objetivo era escucharnos a todos y eso se ha cumplido”.

El gremio advirtió, no obstante, que se deben estipular los roles de cada uno de los actores del sistema de salud en la nueva reforma: “El rol de agencia y representación del afiliado aparece distribuido entre varios actores sin un responsable visible y definido que responda por ellos. Tampoco es claro quién y cómo se gestiona el riesgo financiero del sistema para asegurar la protección individual de cada ciudadano para su atención en salud”.

También llamó la atención acerca de la necesidad de priorizar el fortalecimiento de la atención primaria en materia de salud y cuestionó que “la gestión integral de la salud de la población, que es el rol que se espera de las gestoras -actuales EPS-, aparece fragmentado en los niveles de atención. La desarticulación entre el nivel primario y el complementario deriva en ineficiencias y afecta los resultados en salud”.

Y concluyó que la transición hacia el nuevo sistema debe asegurar la continuidad de la atención a los usuarios, lo que implica una coordinación entre diferentes niveles y una clara planificación.

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“Dedicaremos todos nuestros esfuerzos y experiencia a enriquecer el debate en el Congreso y a prepararnos para esta nueva etapa. Sin duda, nuestra mayor atención estará alineada a que la transición sea lo más eficiente posible para los pacientes”, puntualizó el gremio.

Por ello señaló Acemi que “corresponde ahora a los coordinadores ponentes recoger e incorporar (las recomendaciones entregadas) en la ponencia y al Gobierno nacional adelantar las acciones necesarias para el correcto financiamiento del sistema de salud, que sin perjuicio del avance de la agenda legislativa exige medidas urgentes para su liquidez, estabilidad y correcta y oportuna atención a todos los usuarios”.

Así mismo, a través de un comunicado público de varios actores del sector salud que participaron en las mesas técnicas, se señala que aunque ha habido una mayor disposición en esta reforma a la salud 2.0 para escuchar las diversas posturas, este avance no ha sido suficiente para lograr consensos en las propuestas centrales del proyecto.

Ante esto, piden que los ponentes del proyecto puedan integrar estas voces antes de elaborar el texto final que será presentado ante la célula legislativa de asuntos sociales de la cámara baja.

Las preocupaciones principales giran en torno a la protección del derecho individual a la salud, la sostenibilidad financiera del sistema y la integralidad de la atención, sobre todo, afirman, por la falta de claridad sobre las responsabilidades en la implementación de la reforma y las fuentes de financiación necesarias para garantizar su éxito.

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Pusieron de presente los agentes del sistema que la situación financiera actual es crítica, con una deuda acumulada significativa y un déficit presupuestal en la Unidad de Pago por Capitación (UPC).

Por su parte, la representante Martha Alfonso, de la Alianza Verde, ha dicho que el nuevo proyecto trae “mejoras importantes en relación con el aprobado previamente en la Cámara. Su redacción es más clara y concisa, lo que facilita la comprensión de los cambios propuestos. Conserva los elementos centrales de cambio al sistema que ha venido proponiendo el Gobierno Nacional: fortalecimiento de la atención primaria como puerta de entrada al sistema, recuperación de la gobernanza y rectoría del sistema por parte de lo público y eliminación de la intermediación financiera para poder pagar directamente a los prestadores de servicios de salud”.

A su vez, el senador Wilson Arias, del Pacto Histórico, ha dicho que la crisis del sistema de salud “no es por falta de recursos sino por los malos manejos, porque si algo pone de presente el manejo criminal de la salud es el informe de la Contraloría. (...) Es un mecanismo de captura del Estado, eso es lo que han demostrado los hechos que desgraciadamente no se sabían cuando discutimos la primera reforma a la salud”.