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La comentada elección a mediados de noviembre pasado de Miguel Polo como magistrado de la Corte Constitucional puso mayor intensidad en los reflectores de las importantes decisiones que deberá tomar el alto tribunal guardián de la Carta Política en las próximas semanas y meses.

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Esto porque Polo, aunque de talante conservador, fue apoyado por la izquierda oficialista, por lo que la oposición de derecha alertó sobre suspicacias en los eventuales fallos e incluso advirtió sobre posibles trámites de constituyentes y extensiones de periodos del presidente Gustavo Petro a través de la corporación constitucional, asuntos que el Gobierno desmintió.

Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, le dijo a EL HERALDO que seguramente los casos de mayor interés y expectación que la Corte Constitucional va a examinar en los meses por venir están ligados a las reformas legales introducidas por el gobierno Petro.

“La primera es la llamada reforma pensional, que incluso ya está en revisión en la Corte y frente a la cual recientemente la Procuraduría solicitó su declaratoria de inconstitucionalidad. En los próximos meses, seguramente antes de dos meses, la Corte va a estar dando cuenta de un veredicto a ese respecto”, dijo el jurista.

Después, agregó, seguirán en caso de ser aprobadas otras reformas gubernamentales que están haciendo tránsito en el Congreso, “y voy a referirme a las dos más polémicas: la reforma a la salud, que para muchos es un golpe al sector y que además desde el punto de vista jurídico tiene como punto débil que el Gobierno insistió en tramitarla como ley ordinaria cuando mucho se ha dicho que debería haberse dispensado sobre la misma el trámite de ley estatutaria que ciertamente requiere más mayorías”.

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Y la otra reforma, que seguramente será muy discutida, “porque ha sido criticada por la gran mayoría de ex ministros de Hacienda y lo que hace de escuelas de economía es lo que hace referencia a la reforma al Sistema General de Participaciones”.

Coincidió en este diario el ex magistrado auxiliar de la Corte Constitucional y catedrático de la Universidad Externado Gonzalo Ramírez en que el próximo año seguramente vendrán las demandas relacionadas “principalmente con pensiones, que ya se aprobó, y luego si se aprueba la reforma a la salud, y el acto legislativo relacionado con el Sistema General de Participaciones”.

Por su parte, Eduardo Palencia Ramos, director del Programa de Ciencias Políticas y Gobierno de la Universidad Simón Bolívar, sostuvo en diálogo con este periódico que son muchas las decisiones que en estos momentos cursan en la Corte: “Particularmente en lo atinente al Gobierno están la reforma pensional, el Plan Nacional de Desarrollo, entre otros, y creo que va a haber unas decisiones importantes donde la Corte va a mostrar, como siempre, su talante jurídico, porque si algo ha tenido la Corte, pese a las controversias en algunas decisiones, es que ha mantenido su independencia frente a los distintos gobiernos, y muestra de ello es el control constitucional frente a los estados de emergencia del Gobierno”.

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Los movimientos en la Corte

Polo llega a reemplazar al magistrado Antonio Lizarazo, quien finaliza su periodo en febrero de 2025 y a este le siguen Cristina Pardo en mayo de 2025 –cuya terna de reemplazo será propuesta por Petro–, Diana Fajardo en junio de 2025 –cuya terna de reemplazo será de la Corte Suprema de Justicia– y José Fernando Reyes en septiembre de 2025 –cuya terna de reemplazo será también de la Corte Suprema–.

Luego culminarán sus investiduras Jorge Enrique Ibáñez en octubre de 2028, Paola Meneses en enero de 2029, Natalia Ángel en febrero de 2030, Juan Carlos Cortés en octubre de 2030 y Vladimir Fernández en diciembre de 2031.

Así las cosas, los togados liberales que quedan en la Corte son Fernández, Fajardo, Ángel, Reyes y Cortés. Y los conservadores Ibáñez, Pardo y Meneses.

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Las fuerzas en el alto tribunal

Para Hernando Herrera, la Corte Constitucional, en sus más de 30 años de historia, “ha dado prueba fehaciente de su independencia”. Además, afirmó que una vez la persona es elegida en la Corte, “esa elección imprime carácter y estaría seguro de que la Corte va a seguir por ese buen derrotero”.

Gonzalo Ramírez observa que el alto tribunal pasa por una “recomposición en tres cargos que tienen que ver con una terna del presidente de la República, que da lugar a un magistrado o magistrada en reemplazo de Cristina Pardo y de dos magistrados que vienen de las ternas del Consejo de Estado”.

Y opina Eduardo Palencia que “en la Corte se van a equilibrar algunas fuerzas, pero no necesariamente a favor del Gobierno, (...) nada le impide al presidente plantear una opinión; lo malo sería interferir”.