Un tsunami de renuncias en el Gobierno sucedieron tras el polémico primer consejo de ministros televisado el pasado martes y en el que, además, se presentó en sociedad al nuevo jefe de gabinete o de despacho, el controvertido Armando Benedetti, cuyo nombre desató inicialmente una ola de críticas de varios ministros y directores de entidades gubernamentales en vivo y en directo.
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La primera dimisión fue del director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre, Jorge Rojas, quien renunció este miércoles al cargo: “Lo que pasó ayer muestra nuestras debilidades, nuestras angustias, pero también debe mostrar la fortaleza y la decisión de un equipo de gobierno que quiere seguir adelante”, dijo a la emisora W Radio.
Para Rojas, la idea era mostrar la necesidad que tiene Petro de corregir “el rumbo en lo que necesita”. Y agregó: “Esa es la angustia que el presidente transmitió ayer, me parece que fue demasiado extenso y se dio una sensación que no corresponde a lo que queremos mostrarle al país. Es un problema de comunicación política (...) pero también es un problema de política de Estado”.
Luego dio un paso al costado el ministro de las Culturas, Juan David Correa: “Le reitero públicamente mi gratitud por el reconocimiento y la invitación a trabajar para el primer gobierno progresista de Colombia”
Además, Paula Robledo, que se desempeñaba como secretaria jurídica de la Casa de Nariño, también presentó este miércoles su carta de renuncia al presidente Gustavo Petro.
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Y el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, Ungrd, Carlos Carrillo, dejó en el aire su renuncia protocolaria: “Quienes no hemos sido electos, no podemos aferrarnos a las dignidades, el mínimo gesto de agradecimiento es no amarrarle las manos al presidente. Yo pongo mi cargo a disposición”. A su vez, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, propuso la renuncia de todo el gabinete: “Tras el episodio de ayer es insostenible el gabinete como está conformado hoy”.
Por eso el jefe de la cartera política planteó a los ministros que renuncien para “dejar en libertad al señor presidente de hacer los cambios que él considere necesarios para asumir los retos de la recta final de Gobierno”.
Por otro lado, se conoció que Laura Sarabia se mantendrá en el gabinete.
Finalmente, aunque ya estaba previsto, presentó su renuncia el embajador en Argentina, Camilo Romero, para hacer campaña presidencial.
“Más que nunca, es fundamental avanzar con determinación hacia el encuentro con las mayorías nacionales, dialogar con quienes nos han acompañado y, sobre todo, reconstruir los lazos con aquellos que hoy tienen su corazón roto, a quien tenemos la decisión de reconquistar”, se lee en la carta de su renuncia.
Sobre el polémico consejo de ministros, mientras que para la mayoría de líderes políticos el episodio no fue más que un reality que mostró el caos en el Ejecutivo, para otros se resalta el ejercicio de transparencia. En este sentido, la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico, expresó: “Se asombran porque siempre en los gobiernos anteriores todo era de espaldas a la gente”.
Y su copartidario también en el Senado, Pedro Flórez, dijo que “el Gobierno debe estar representado por quienes están dispuestos a trabajar por el cumplimiento del programa, por fuera de los extremos”.
Pero el representante Andrés Forero, del Centro Democrático, aseveró: “Queda en evidencia el tipo de liderazgo tóxico que ejerce Petro responsabilizando de todos los desastres del Gobierno a sus ministros”.
A la vez que el también uribista José Jaime Uscátegui criticó que “el desastre de Petro ya ni lo ocultan. Su consejo de ministros es un circo transmitido en vivo: promesas incumplidas, caos absoluto y un gobierno partido en pedazos”.