Compartir:

Sergio Fajardo ha hecho mea culpa de sus errores en el pasado. Ha interiorizado sus fallas, ha analizado las críticas y ha empezado, poco a poco, a derrumbar muros en su cabeza sobre la forma de hacer política. Eso sí, esta vez, a diferencia de 2022, tiene claro que no debe perder su identidad política si desea llegar a la Casa de Nariño en 2026.

El exalcalde de Medellín, uno de los más férreos críticos de la gestión de Gustavo Petro, considera que su nueva versión -tarde o temprano- dará frutos para un país que, a su juicio, necesita un Gobierno que una a la izquierda, el centro y la derecha. En entrevista con EL HERALDO lo dijo sin tibiezas: está preparado.

No ha sido un inicio de año tranquilo para el Gobierno, ¿cómo lo ve usted?

Mal. Y voy a usar la frase paz total, caos total. Suena tremendo, pero es cierto. Y no es precisamente pues el fruto de la animadversión política, sino que es la mirada rigurosa al gobierno que dirige el señor presidente Gustavo Petro. Uno, lucha contra la corrupción, está en cero. Lo que estamos viendo de corrupción en el Gobierno Nacional es dramático. Esta semana estamos en Papá Pitufo. Nadie sabía hace una semana quién era Papá Pitufo y hoy sabemos y van apareciendo personas y cosas alrededor de ese señor. Espero que se muestre la dimensión de lo que hay detrás de ese señor porque queda directamente vinculado el círculo cercano al presidente Petro, el catalán ya famoso (Xavier Vendrell). Y Armando Benedetti siempre, por supuesto, aparece. Hay muchas cosas turbias y oscuras. Y voy a decirlo y lo digo con toda la claridad. Yo lo he repetido muchas veces: la forma cómo se llega al poder así se gobierna. Y después, Petro y Benedetti en el espectáculo de lo más impresionante que yo he visto en términos de la política, de lo público en ese Consejo de Ministros. Ahí, a Benedetti, al lado del presidente, no se le movía una pestaña con todo lo que está pasando. Y nosotros vimos en un consejo de gobierno como ese señor estaba ahí imperturbable, orondo, ¿sí? Y vemos cómo van cayendo las personas que han trabajado una buena parte de su vida con el presidente Petro, que le tienen admiración, con todas las palabras que se mencionaban a su alrededor, van saliendo y el señor (Benedetti) ahí. También está el tema del hijo (Nicolás Petro) y el gerente de su campaña (Ricardo Roa).

¿Cómo analiza la paz total?

Dijo que en tres meses se acababa el ELN… Mire lo que está pasando con el ELN, con las disidencias de las disidencias y en resumen, todo por una mala forma de negociar. No aprende, haces esos fuegos al parciales, el Ejército se retira y los criminales, porque esto es un mundo ya criminal, está ocupando todos esos espacios. Esas negociaciones no llegan a ningún lugar porque el mismo presidente Petro no tienen un orden, no tienen un rigor, no tienen un método, no tiene una forma juiciosa de hacer las cosas en el país.

Y la salud parece que no va por buen camino…

El Gobierno maneja hoy más de la mitad de la salud en Colombia, o sea, hoy la salud está en manos del Gobierno Nacional. Y si ustedes averiguan, me comentaba una persona y me llamó mucho la atención: “El negocio de las farmacias va espectacular”. Y yo dije: “¿Pero cómo así?”. Y me respondió que ahora la gente está sacando de su bolsillo para pagar con sus propios recursos lo que le tenían que cubrir las EPS. Todo eso es una cosa muy vergonzosa. El daño para la salud es gigantesco. Educación está igual.

¿Qué análisis hizo del consejo de ministros?

Regañó a todos los ministros diciendo, básicamente, que el revolucionario era él y que todos los otros eran unas… Ya ustedes saben qué es. Es la antítesis de lo que tiene que ser un líder.

Tras los malos indicadores de este gobierno de izquierda y los reparos que se tienen con la derecha, la ciudadanía empieza a buscar figuras de centro. ¿Cómo se ve usted?

Mire, pero yo voy a hacer una reflexión acá. En el 2022 pertenecí a una coalición donde perdí la identidad política y fue fatal. Eso lo aprendí. Yo cometí ese error. Va uno. Y el otro error, es que yo despreciaba las redes sociales. Siempre pensaba: “No, ese no es el mundo mío, ese es otro mundo”. No entendía la dimensión de lo que significan las redes sociales. Este año en febrero, hace 1 año, ya llevo 1 año, yo tomé una decisión y dije: “Estoy en política, tengo que estar a las redes”. Me demoré mucho tiempo para tomar esa decisión. Cogí todos los prejuicios, los puse a un lado y dije: “Voy a aprender”. Y voy a quitarme de la cabeza todo lo que yo piense así de manera negativa y me voy a poner a aprender a hablar un lenguaje con la cultura que se remueve en el mundo de las redes. Lo que pasa es que la gente dice: “Fajardo siempre empieza así”. Y yo les digo:”Sí, hace un año yo era el tibio y todo lo malo de la política social me lo ponían a mí sobre los hombros”. Hoy yo no cargo nada sobre los hombros.

¿Qué necesita el país en 2026?

Gobernar esa Colombia es muy muy complejo. Yo creo que se necesita un gobierno que sea capaz de trabajar con la izquierda, con el centro y la derecha. Y eso no ha pasado aquí. Hay que serenar a Colombia, o sea con todo esto que está pasando, aquí una chispa se puede armar un problema muy serio. Yo sé cómo gobernar, yo sé cómo se gobierna sin robar y he tenido las mejores notas. Y nos va a tocar duro. Eso es lo que yo veo que viene a continuación. Ahora, estoy estoy preparado para eso en términos personales. En Colombia existe gente con la que se puede poner uno a trabajar de manera conjunta y yo creo profundamente en eso y creo que eso es lo que va a pasar en Colombia.

Viene entonces una versión mejorada de Fajardo para las presidenciales...

Aquí lo que yo represento es una expresión de la política en Colombia que viene desde 1991 y es una política cívica, independiente, alternativa que rompe las barreras de esos partidos que convoca un montón de gente. Conmigo van a tener otra forma de la política, una política que sabe construir, transformar y desarrollar y convertir en acciones las palabras y las promesas. Hoy estoy hablando diferente, he reconocido unos errores, he entendido algunas cosas que no entendía en la dimensión que son en la política, pero sigo creyendo que se puede hacer política decente, transparente. Yo he dicho una y otra vez, yo prefiero perder a ganar haciendo trampa. Y que se puede hacer de una manera distinta y que nos podemos encontrar en otra cancha y que sabemos construir. Eso es lo que yo represento.