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Todo un terremoto causó el exministro de Comercio Luis Carlos Reyes con un trino publicado en la tarde de este domingo 9 de marzo, en el que aseguró que Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, y Adelina Covo, suegra de Armando Benedetti, le pidieron puestos en la aduana de Barranquilla y Cartagena para “recomendados” del actual ministro del Interior.

“La señora Adelina Covo (suegra de Benedetti) estaba en sus cinco sentidos cuando con Nicolás Petro me pidió las aduanas de Barranquilla y Cartagena para los recomendados de Armando Benedetti. Afortunadamente, mis convicciones y las instrucciones de Gustavo Petro estaban alineadas: cero clientelismo”, aseguró en su cuenta de X.

Ante esto, Adelina Covo, exmagistrada del Consejo Nacional Electoral y excandidata a la Alcaldía de Cartagena, respondió en sus redes sociales que la denuncia de Reyes se trata de una “cortina de humo”. Además, aseveró que ella no ha sido “mandadera” de Benedetti.

“Ni soy mandadera de Armando Benedetti, ni Benedetti ha sido jamás mandadero mío. Me respeta demasiado como para atreverse a mandarme a pedir puestos”, sostuvo la suegra del ministro.

Enfatizó en que a pesar de haber conseguido votos para la campaña de Petro y haber estado con el jefe de Estado desde su paso por la Alcaldía de Bogotá, nunca ha obtenido un puesto, “es más, ni las gracias me han dado”, sostuvo.

“El tal Reyes, en cambio, es un paracaidista que ha ocupado dos de los cargos nacionales más importantes sin haber demostrado mérito alguno. Es el único en la historia que ha usado la DIAN para convertirse en influencer, mientras el contrabando y la baja recaudación hacían estragos en la economía del país”, puntualizó.

Y afirmó que todo se trata de una “cortina de humo” y cuestionó: “¿A quién está tratando de proteger con su show en redes? Ahora, sin cargo ni poder, solo le queda la difamación como estrategia?”.

Como se sabe, Luis Carlos Reyes se vio envuelto en una polémica en las últimas semanas luego de que denunciara que cuando fue director de la DIAN varios políticos, entre ellos el actual embajador ante el Reino Unido, Roy Barreras, le pidieron nombrar a recomendados suyos en oficinas regionales de ese organismo sobre el cual hay sospechas de haber sido infiltrado por un empresario corrupto.