“Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”. Esta es una de las frases más explosivas de la carta que Álvaro Leyva escribió al presidente Gustavo Petro y que reveló en la mañana de este miércoles 23 de abril.
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En cuatro páginas, el excanciller del Gobierno Petro habló sobre varios temas álgidos como Armando Benedetti y el polémico rol de Laura Sarabia en el Ejecutivo. Sin embargo, uno de los puntos más duros de la misiva fue una presunta adicción a las drogas que, según Leyva, tiene el mandatario.
“Los recuerdos que todavía tengo frescos de episodios ocurridos siendo yo el primer testigo, me producen aún desazón y desconcierto. Uno de ellos, la ocasión en que usted se desapareció dos días en París durante una visita oficial. Como si inteligencia francesa fuera incompetente como para no haber conocido su paradero”, señaló el excanciller.

Señaló que como persona y canciller el presidente Petro lo hizo pasar por momentos “embarazosos”, sobre todo, cuando se enteró “dónde había estado” el mandatario. “Me apena decirlo hoy -tarde ciertamente-, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción. ¿Pero qué podía yo hacer? Seguro fui inferior. Lo he debido aproximar, ayudar, asistir oportunamente. Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano”, expresó Leyva.
Renglón seguido, el exministro reveló que el presidente Petro no ha logrado salir de ello: “Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”, puntualizó.
Muestra de ello, de acuerdo con las palabras de Leyva, son las “desapariciones” y “llegadas tarde” del jefe de Estado.
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“Inaceptables incumplimientos, viajes carentes de sentido, frases incoherentes, cuestionadas compañías según algunos y otros descuidos suyos se han registrado y se siguen registrando señor Presidente”, añadió.
Además, sostuvo que el presidente Petro “ha caído usted en muy frecuentes tiempos de soledad, ansiedad, depresión y otras manifestaciones de difícil superación, algunas de alto riesgo. Todo conocido por bocas muy cercanas a usted que lo quieren, lo estiman, que se sienten vinculados en lo personal pero que no saben qué hacer”.
El pasado 1 de abril, el excanciller Leyva ya había lanzado un dardo contra el presidente Petro y su supuesta relación con las drogas y el alcohol: “Me pregunto con suma preocupación sobre los efectos dañinos de los estupefacientes y el alcohol, tratándose de la persona que lidera la cima del Estado y de algún estrechísimo colaborador suyo”, dijo en el ese momento.
Sin embargo, solo hasta este miércoles 23 de abril, casi un año después de haber presentado su carta de renuncia—en medio del lío por el caso de los pasaportes—, Leyva sacó a la luz pública los detalles de las situaciones personales del presidente Petro.
Armando Benedetti, “un enfermo”
Nuevamente, Leyva se refirió al actual ministro del Interior Armando Benedetti. Como es sabido, los ataques y señalamientos entre ambos han sido constantes. De hecho, en junio de 2023, el excanciller se refirió a Benedetti como “drogadicto”.
Ahora, en esta actual misiva, el excanciller se refiere al ministro del Interior como un “enfermo”.
“Me correspondió nombrar a Armando Benedetti como embajador en Venezuela. Me dijo usted que hablara con él. Lo cité a mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizá como un eventual ministro. Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín (PhD en psicobiología) ya lo tenía al otro lado”, aseveró Leyva.
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Y añadió que en ese momento comprendió “por todo lo que manifestaba que estaba adicto a las drogas. Bettín gran profesional de enorme reputación. De mi entrevista con Benedetti concluí que se trataba de un enfermo. Sigue igual señor Presidente”, dijo.

Sobre las polémicas grabaciones entre Benedetti y Sarabia, señaló que estas siguen “manteniendo en vilo su gobierno; y actualmente mucho más por las informaciones suministradas el pasado miércoles 16 de abril por su canciller desde Osaka, Japón. Lo que demuestra una vez más que usted sigue siendo víctima de esos cuestionados funcionarios. A lo que se suma que usted no ha logrado escapar de la personalísima trampa que lo destruye siempre más. Grave sin duda estimado Presidente. Sí, le guardo estimación”, aclaró.
El polémico rol de Laura Sarabia
No es esta la primera vez que el excanciller Leyva se refiere a Laura Sarabia, una de las funcionarias más cercanas del presidente Petro y acual ministra de Relaciones Exteriores. En su momento, cuando el mandatario recién la nombró en el cargo, Álvaro Leyva cuestionó su función en ese puesto.
“La nueva ministra de Relaciones Exteriores carece de las condiciones íntimas personales (no quiero ser más directo en este momento) y de los conocimientos necesarios y autoridad intrínseca para representar al país, y para ser atendida con seriedad en el exterior”, aseveró.
Ahora, se refirió a la injerencia de Laura Sarabia en el tiempo del mandatario, pues aseguró que la funcionaria no permitía el diálogo directo entre el presidente Petro y sus ministros.
“Asumí la Cancillería con ánimo desprevenido, con deseos sí de lucirme buscando que usted alcanzara a ser un líder continental y una esperanza mundial. Pero me sorprendió desde un comienzo que no nos pudiéramos sentar en ningún momento para trazar la política exterior del Estado. Cuando iba a buscarlo la senora Sarabia conocida de autos me hacía esperar por horas con la excusa de que usted eventualmento me recibiría”, se lee en la carta.
En ese sentidó añadió que “tantas veces ocurrió lo mismo que finalmente comprendí que ella (Sarabia) era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”.
A raíz de eso, cuestionó en su misiva, que varios ministros sentían que no había diálogo con el jefe de Estado: “Una vez inicié mis funciones, me di cuenta prontamente que usted no hablaba recurrentemente con sus ministros. Casi nunca. Encontré que su círculo de confianza era bien reducido. Entre los ministros lo comentábamos. Yo, el mayor, me converti en escucha de varios. El que más me insistía en que le ayudara a hablar con usted fue su primer ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación (Arturo Luna). Se dice que en la primera crisis usted lo remplazó sin haberlo recibido”, señaló Leyva.