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No se guardó nada. El actual ministro de Interior, Armando Benedetti, en una extensa entrevista hecha por Cambio, reveló cómo ha sido su lucha contra la adicción a las drogas y el alcohol y cómo esto le ha afectado la relación con su familia.

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En parte de la entrevista, aseguró que a pesar de sus problemas con las cocaína y el alcohol nunca dejó de hacer deporte. También aseveró que en estos momentos su vida es una diferente, gracias a la rehabilitación a la que está sometido ahora y desde hace varios meses.

“De 57 años, 30 he estado fuera del alcohol. Yo paré en 1995 y recaí en 2008 o 2009. En esos 14 años, mi vida cambió demasiado bien. Empecé como concejal, representante a la Cámara, senador. Me casé y tuve un hijo. Lo que le quiero decir –y de pronto esta frase se la voy a repetir varias veces–, es que cuando usted se aleja de eso –y no estoy hablando contra las personas que toman–, la vida cambia, como me ha pasado en los últimos meses: mi vida ha cambiado para bien desde cualquier punto de vista. Desde cuando me acuesto hasta cuando me levanto. Mi tranquilidad y, sobre todo, lo más importante, la relación con mi esposa y con mis hijos", dijo.

Sobre su relación con su esposa, dijo: “Estamos en luna de miel y eso es porque yo me estoy portando bien, no porque ella haya necesitado hacer algún cambio. Es que cuando usted toma licor, usted abre muchas puertas: a la infidelidad, a dedicarse mucho más al trabajo, a alejarse de la familia. Y ese tipo de puertas terminan rompiendo siempre las relaciones... Veníamos mal desde 2023, o finales de 2022, por culpa mía”.

También, aseveró que su cambio se lo debe a una rehabilitación hecha en México.

“Yo me fui para México en octubre del año pasado, a rehabilitarme porque en Colombia, donde me conocen, hubiera sido imposible estar en un centro de rehabilitación. Allí, el proceso es retrospectivo. Usted tiene que irse atrás, revisar qué fue lo que usted hizo, o no hizo, cómo fueron sus relaciones con sus padres, con sus hijos, etcétera Y ahí es donde sale la inestabilidad, que es la que te lleva después a consumir o a tener alguna dependencia con alguna droga. Estar en ese centro de rehabilitación te hace volverte más espiritual. Sabes que tú, solo, no puedes, que tienes que pedir ayuda y que la voluntad tiene que ser tuya. Ese proceso te lleva a mirar hacia atrás para saber qué te hace consumir. En mi caso, son inestabilidades emocionales debido a la separación de mis padres. Ahí tú tienes que contar muchas cosas de tu pasado que pueden ser causa de algunas actitudes irracionales, o muy cargadas de sentimiento y emotividad que te llevaron a cometer actos como manejar embriagado, etcétera”, relató.

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En relación a cómo recayó en la adicción, contó que fue por una equivocación durante una reunión familiar.

“Lo que le voy a decir es verdad. Ni Bettin me lo cree. Yo estoy en una reunión, tomando soda, y la pongo en la mesa. Había un primo al lado. Tomo el vaso, pero me equivoco de vaso, y allí había vodka. Y cuando estoy haciendo el gesto de tomar el agua, siento el licor. Y entonces me da esa sensación tan rica y me fui a esconder para beberlo todo. Y empecé a tomar a escondidas. Mi familia se dio cuenta como a los dos o tres meses porque, como le digo, eso no se puede ocultar. Nadie lo puede ocultar. Eso fue una tragedia. Volví a recaer, diría que por un exceso de confianza. Ya para esa época era senador de la República, sentía que era un berraco y que podía manejar el tema”, dijo.

Agregó: “Yo era un adicto funcional desde el punto de vista de que nadie puede decir que lo dejé tirado, que no fui a una reunión, que no fui a un debate. Yo jugaba tenis cuatro veces a la semana, a veces hacía pesas, era un deportista. Nadie podía decirme: “oiga, deje de beber, porque se ripeó la fortuna”, o “¿por qué perdió una elección?” o “¿por qué está tirado en la cama y no hace ejercicio?”. Yo hacía todo eso. Yo me exigía muchísimo y nadie tenía un argumento real para decirme: “vea, ya no más”. Yo tengo una hija que actualmente tiene 38 años y a ella y a todos les dio muy duro que yo hubiera vuelto a beber”.

En la entrevista, Benedetti también afirma que existe mucha diferencia entre cómo es su vida ahora y antes de la rehabilitación.

“Del cielo a la tierra. En primer lugar, he recuperado a mi familia. Segundo, he recuperado la tranquilidad para mis hijos, porque todos esos temas de separación, así como me afectaron a mí, seguramente pueden haberlos afectado a ellos”, añadió.