El profesor y excandidato presidencial Antanas Mockus, durante su visita a la ciudad de Barranquilla en la que participó en un foro internacional sobre movilidad, también habló con EL HERALDO e indicó que los escándalos de corrupción que hoy por hoy están sacudiendo a Colombia no son hechos aislados, sino que corresponden a una calculada operación de quienes están inmersos en los mismos.
'Lo que pasó con Bogotá en el periodo del alcalde Moreno, lo que pasó con Odebrecth, muestra la existencia de una corrupción sistemática. No se trata de hechos aislados. Son redes que, cínicamente, calculan dónde posicionarse para hacer trampa, y la hacen donde pueden', expresó Mockus.
De acuerdo con su visión, el problema de la corrupción también se presenta por la ausencia de una ciudadanía que no diferencia o desconoce entre lo que es un favor y un derecho.
'Durante mi alcaldía tuve que ver cómo se manejaba el tema de las matrículas en los jardines infantiles. Había un líder político que organizaba a las madres de alguna localidad, y les decía que les conseguía un cupo como un favor, cuando en realidad había cupos suficientes para todos los niños. La construcción de ciudadanía requiere que la gente sepa qué es un derecho y qué es un favor', indicó el profesor.
Añadió que no solo se trata de saber la diferencia entre favores y derechos, sino de que haya una actitud de 'exigencia' de parte de los ciudadanos.
'La gente debe estar en capacidad de decirle al político o al funcionario ‘usted no me está haciendo un favor, me está vulnerando un derecho’', insistió.
En ese sentido, precisó que el clientelismo, que se basa en favores, no puede darse con recursos públicos.
'Con recursos privados es completamente lícito hacer favores. La Iglesia católica, por ejemplo, tiene un sistema de apoyo a personas en situaciones muy críticas -pero obviamente prefieren recibir a fieles conocidos por su religiosidad-, pero desde el punto de vista de la sociedad, se entiende que esos son recursos privados. Eso mismo no se puede hacer con recursos públicos. El clientelismo se basa mucho en la reciprocidad, en el ‘tú me rascas la espalda, yo te rasco la espalda’, o en el ojo por ojo, diente por diente, la ley del talión, que son formas muy elementales de solidaridad', explicó Mockus.