Debido a que la mesa directiva del Senado de la República estableció la plenaria de este miércoles como una jornada para los opositores, en virtud del Estatuto de Oposición, la ley estatutaria de la reforma a la educación estaría casi hundida en su último debate.
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Esto debido a que las sesiones ordinarias de esta legislatura terminan este jueves, con lo que el polémico proyecto del gobierno del presidente Gustavo Petro tendría, al parecer, un solo día para ser debatida.
Pero, además, el debate de la iniciativa tampoco está nada claro, pues oficialistas, independientes y oposición rompieron el acuerdo al que habían llegado en penúltimo debate y presentaron dos ponencias distintas.
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Lo anterior a raíz del paro indefinido decretado desde la semana pasada por el sindicato de maestros de Fecode, que advirtió que el acuerdo de los partidos privatizaba la educación y que, ahora, una vez roto dicho acuerdo, se mantiene en que el proyecto del Ejecutivo tampoco satisface las garantías de la educación pública.
Entre tanto, desde el Partido Liberal se presentó una tercera ponencia que busca acercar las dos ponencias de oficialistas y opositores.
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La cosa se complica, aún más, para la Casa de Nariño dado que, incluso de aprobarse la ponencia positiva, esta tendría que conciliarse con lo aprobado en Cámara y no hay tiempo para ello. Por lo que la única manera es que, en un movimiento similar a lo que ocurrió con la reforma pensional, el Senado acoja lo que aprobó la Cámara para que no haya necesidad de conciliar, pero el Gobierno no tiene mayorías tan claras en la cámara alta como las tiene en la baja.
