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Juan Manuel Santos Calderón llegó ayer a Barranquilla en su condición de presidente y candidato. Como jefe de Estado presidió un Consejo de Seguridad y luego como aspirante a la reelección se reunió con congresistas atlanticenses, por la noche asistió a una cena con empresarios que lo apoyarán y hoy participa en su primera manifestación pública.

Santos visitó EL HERALDO donde saludó a periodistas, reporteros gráficos y a empleados del área administrativa, con quienes se tomó una foto colectiva, y en una tertulia habló de temas de diferente interés nacional.

Se refirió a obras que hará en la Costa y Barranquilla de ser reelegido; soltó dardos contra el expresidente Álvaro Uribe y dijo que el país necesita una reforma política.

Esta fueron sus declaraciones:

¿Por qué eligió Barranquilla como ciudad para iniciar formalmente su campaña?

Porque Barranquilla es la capital del optimismo, es una ciudad que está viviendo un momento muy positivo y que siempre ha tenido un especial cariño por este servidor. Además, tenemos para Barranquilla y el Caribe grandes proyectos y oportunidades como centro logístico, industrial y comercial.

En las campañas siempre hay muchas promesas, unas se cumplen y otras no, ¿podría hacer una promesa que se vaya a cumplir para Barranquilla y para la Costa?

Si mira las promesas de campaña de hace cuatro años verá que hemos cumplido al pie de la letra. Barranquilla y la Costa, en materia de proyectos y de inversión, han recibido mucho más de lo que recibieron en toda su historia y tenemos, como dice el lema de mi campaña, que hemos hecho mucho, pero somos los primeros conscientes de que falta muchísimo por hacer. Aquí en Barranquilla, por ejemplo, hay un proyecto que es muy importante, no solo para la ciudad sino también para todo el Atlántico, que es el nuevo Puente Pumarejo. Ese proyecto ya está en los estudios y diseños y es un asunto específico que podemos comprometernos a sacarlo adelante. En la Costa también están todas las inversiones de cuarta generación, toda la parte vial y de infraestructura que se está iniciando y que va darle un vuelco fundamental a la región. Eso será una realidad dentro de 4 años, y paralelo a eso está lo que estamos haciendo con el Río Magdalena.

¿Con fondeo o sin fondeo?

Esa es una discusión técnica donde lo que queremos es que no vaya a perjudicar el negocio de los puertos ya existentes, pero que tampoco se convierta en un obstáculo para mantener y mejorar la competitividad. Tengo entendido de que ya están llegando a unos acuerdos, que no es sino copiar lo que hacen los buenos puertos y los más eficientes del mundo.

La designación de Germán Vargas como fórmula vicepresidencial ha creado algún tipo de resistencia y malestar a quienes normalmente lo apoyan a usted en el Atlántico. ¿Qué tendría que decirles?

Que no se preocupen. El doctor Vargas Lleras va a ser una gran Vicepresidente pues ya ha demostrado como ministro sus capacidades. En Barranquilla creo que la alcaldesa es una gran promotora del señor Vargas Lleras, lo mismo que el señor gobernador y la inmensa mayoría de dirigentes del Atlántico y la Costa. Por eso lo que les puedo decir es que aquí el compromiso con la Costa y Barranquilla es igual o mayor al que hemos tenido en los cuatro años de Gobierno.

¿En algún momento se le pasó por la cabeza la hipótesis de poner algún costeño o costeña como fórmula vicepresidencial?

Siempre ha estado en mi cabeza poner la mayor cantidad de costeños a trabajar a mi lado porque son muy buenos y he tenido una magnífica experiencia. La cuota de la Costa en este Gobierno ha sido una de las más altas que ha tenido la región en su historia y por supuesto que tuve en consideración varios nombres. Voy a hacer una confesión que nunca he hecho: para el primer Gobierno le ofrecí a una persona de aquí de Barranquilla la Vicepresidencia y no me la aceptó.

¿Nombre?

No, algún día se lo diré (risas).

¿Y en esta oportunidad barajó algún nombre de la Costa?

Varios, pero no queda bien a estas alturas decirlo.

En las últimas elecciones hubo herederos de la parapolítica que volvieron al Congreso, muchos de ellos de la Costa. ¿Qué reflexión le merece este resultado?

La democracia tiene que mantener un ejercicio permanente de mejoramiento continuo, ir depurando y mejorando sus procedimientos, ir haciendo mucha pedagogía para que la gente vote lo mejor posible. Si hay representantes de familias que han tenido que ver con la parapolítica, muchas veces las culpas no se heredan. Yo puedo tener un pariente que ha cometido delitos y no tengo por qué pagar los platos rotos. Pero, lo que sí quiero decir es que si hay un vínculo que hoy en día ponga en tela de juicio la idoneidad de cualquiera de los representantes que tenemos en el Congreso, seré el primero en pedir que se investigue y se actúe con toda la contundencia de la ley.

¿Pero usted va a aceptar en su campaña el apoyo de los herederos de la parapolítica?

No voy a aceptar ningún apoyo de nadie que esté cuestionado.

Los senadores costeños obtuvieron un 41% de los votos de la Unidad Nacional, ¿eso les va a dar un poder especial ante usted? ¿Qué va a significar esto para la Costa?

Vamos a seguir manteniendo esa atención especial a la Costa Caribe. La hemos mantenido durante estos primeros cuatro años y lo que significa es que los proyectos que vayan a favorecer la Costa van a tener más respaldo en el Congreso de la República. Es muy bueno que la región tenga cada vez mayor participación porque eso se refleja en las decisiones que van a favorecer sus intereses.

En las últimas elecciones llama la atención la cifra de abstención, ¿usted es partidario de impulsar en Colombia el voto obligatorio?

Por filosofía y por principio no me gusta esa disciplina para perros de la que hablaban muchos dirigentes políticos del pasado. El voto obligatorio existe en muchos países y no funciona, por eso yo prefiero hacer un gran esfuerzo para que la gente entienda que si no vota después no puede hacer reclamos a un mal Gobierno.

¿Se ha contemplado un tipo de reforma político o electoral?

Sí, yo creo que el país necesita una reforma política. La estamos concibiendo en este momento, la estamos poniendo en blanco y negro dentro de ese proceso de mejoramiento continuo de nuestra democracia. Hay falencias que son evidentes y hay que corregir.

¿Cuál sería la orientación de esa reforma?

Hay aspectos que el país debe considerar. Creo que es importante ver si podemos abolir el voto preferente (listas abiertas) para que la política sea más transparente y no cueste tanto y que la gente comience a votar por ideologías y posiciones en los partidos y no por personas. Cuando se vota por personas se presta para manipulaciones. También he estado poniendo en discusión la necesidad de empatar los periodos de los alcaldes y los gobernadores con el del presidente porque ya hemos visto que es un fracaso que cambien los periodos en la mitad, es decir que vienen los nuevos alcaldes y gobernadores cuando el Gobierno Nacional va por la mitad y viceversa y eso dificulta enormemente la coordinación entre los diferentes niveles y la capacidad para desarrollar proyectos importantes. Yo lo he sufrido en estos casi 4 años de Gobierno y lo sufren todos los días los gobernadores y los alcaldes que me dicen que viven de ley de garantías en ley de garantías y cuando se tiene algo listo hay cambio de Gobierno y el que llega trae esa mentalidad que tenemos los latinoamericanos de empezar todo de nuevo y no continuar. Se me ha ocurrido que como los actuales alcaldes y gobernadores tienen su periodo hasta el 31 de diciembre de 2015, se podría prolongar su periodo a través de, por ejemplo, una reelección por una sola vez por dos años, lo cual les permitiría a los que sean reelectos continuar hasta el 2018 y ahí empatar con el periodo presidencial aboliendo la reelección y quizás ampliar el periodo entre 5 o 6 años.

¿Le preocupa el decoroso segundo lugar de Uribe en estas elecciones, como lo llamó usted?

No. Bienvenido el senador Uribe con sus seguidores de la voz de la ultraderecha. Sacó, como usted bien lo dice, un decoroso segundo lugar en el Senado pero no en el Congreso, porque en el Congreso no sacó el 40% que dijo que iba a sacar, sino escasamente el 12% o un poco menos. Me parece excelente que esté presente, ojalá sea constructivo y aporte porque lo que hemos visto, hasta ahora, es que lo único que le gusta es destruir y atacar por cualquier cosa, pero no propone. Entonces, ojalá que en el Congreso proponga más y ataque menos.

El senador Uribe está molesto porque dice que usted ha subestimado las denuncias que el Centro Democrático se ha hecho de fraude electoral.

Yo me remito al árbitro del partido que es el Registrador y fue quien dijo que era un imposible categórico hacer fraude sobre la base del preconteo. Eso simple y llanamente no puede existir. Entonces lo que hicieron fue lo que llaman los antiguos griegos un sofisma; es decir, montaron todo un argumento sobre bases falsas. Ahí no ha habido fraude. Es más, mire que le están apareciendo los votos, nadie se los ha robado, se está generando un reconteo y es posible que recuperen una curul. Pero me parece irresponsable denunciar un fraude y armar semejante tormenta cuando fraude no ha habido y el Registrador lo aclaró con pelos y señales.

¿Es partidario usted de establecer, de una vez por todas, el voto electrónico?

Dicen que la forma más fácil de hacer fraude es a través de la tecnología y los medios electrónicos, entonces ese es un buen debate. Muchos de los países que tienen voto electrónico están volviendo al conteo manual, precisamente por los cuestionamientos que hay y estamos viendo, en diferentes frentes, la vulnerabilidad de todos los sistemas por el avance de la tecnología. Es una buena discusión y yo lo que apoyaría serían todas las medidas conducentes a darle cada vez más legitimidad y transparencia al sistema.

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El presidente y candidato Juan Manuel Santos durante la entrevista con el director de EL HERALDO, Marco Schwartz.

La campaña electoral y seguramente buena parte de su próximo mandato, si gana la elección, se va a centrar en el proceso de paz. ¿Cuál es su percepción de los diálogos?

Este proceso ha sido muy difícil. Es un proceso que requiere de mucha pedagogía. Yo sabía desde el primer momento que iba a generar controversia y que iba a tener muchos enemigos, pero estoy absolutamente convencido de que es el camino correcto para el país. Esas dificultades que se han presentando las hemos venido superando, hemos avanzado muchísimo y espero que este tercer punto lo terminemos ojalá antes de las elecciones y entremos de lleno a los otros dos que son el de la justicia transicional, que es fundamental, y el otro que tiene que ver con la desmovilización y la reintegración de esta gente a la vida civil y que eso también lo podamos terminar para que ojalá en este año se llegue a un acuerdo, lo cual cambiaría la historia del país. Todavía hay muchas dificultades y muchos enemigos, los que están usando estrategias sucias de inventarse todo tipo de cuentos para envenenar el proceso y el apoyo de los colombianos.

Una vez se firme un acuerdo, el país tiene que prepararse para hacer la paz sobre todo en las zonas rurales y eso no puede quedar en manos de las administraciones municipales. ¿El Estado se está preparando para el posconflicto?

Estamos en eso. Lo que llaman el posconflicto es consolidar la paz, porque la paz es mucho más que silenciar los fusiles a través de acuerdos. La paz tiene que ver con el desarrollo del campo, con la educación, con las oportunidades de la gente, sobre todo en los sectores rurales donde está concentrada la pobreza y la desigualdad. Por eso lo hemos dicho, y lo hemos repetido, que esta es una gran oportunidad para que esa locomotora del sector agropecuario y el campo colombiano, por primera vez, esté en la vanguardia y no en la retaguardia en materia de presupuesto. Y ya comenzamos, en este año el presupuesto para el sector agropecuario es de 5.2 billones de pesos, eso no lo habían tenido nunca y es apenas una cuotica inicial.

Sobre el tema de las chuzadas ha habido mucha confusión, pero la pregunta es si eso está o no vinculado al proceso de paz y si usted aún teme si el ‘hackeo’ que le hicieron a su cuenta pueda salir y ser utilizado.

Sobre lo primero, el país tiene que prepararse mucho mejor para afrontar esta nueva guerra que es una guerra cibernética, que ya no es de Estado a Estado sino de cualquier persona con acceso a la tecnología. Ese es un mundo nuevo que todos los países, en este momento, están tratando de asimilar y ver cómo se maneja. En el caso de la operación Andrómeda lo que nosotros dijimos, desde un principio, es que la operación es lícita, está autorizada por la ley porque buena parte de cómo se protege el Estado es con inteligencia. Tenemos que ser absolutamente tajantes y contundentes en que si bien el Estado tiene esta capacidad, no puede abusar y si alguien está abusando que le caiga todo el peso de la ley. Por eso dijimos que vamos esperar a que la Fiscalía, que tuvo la oportunidad de recoger todo el material que estaba en esa operación, diga si hubo algo ilícito o no y de ser así se proceda con toda la ley, con contundencia. Frente a lo segundo, es muy posible que se siga utilizando el hackeo porque coincidió con la época electoral y yo en esas coincidencias no creo. No tengo ningún temor porque lo que yo escribo en mis cuentas personales, aparte de alguna expresión o algún adjetivo fuera de tono, no hay nada que esconder. Lo que si me preocuparía es que los medios de comunicación no revisen bien esa información porque la estrategia que utilizarían es meter correos que son falsos y generar daño. Eso es lo único que me preocupa, del resto estoy totalmente tranquilo y ya tomé las medidas del caso.

¿Tienen las minorías políticas y la oposición garantías en este proceso electoral?

Hoy tenemos una leyes y lo que le puedo garantizar a todos los partidos políticos que están participando en la contienda electoral es que yo soy el primero en defender que ellos tengan todas las garantías posibles. Un dato específico: yo le di instrucciones a los organismos que son responsables de la protección de los candidatos en la elección legislativa que sucedió el 9 de marzo y el 71,1% de las personas que fueron cobijadas con esa protección, a los cuales les dieron todos los instrumentos: carros blindados y escoltas, pertenecían a la oposición. El propio vocero de la OEA dijo que este Gobierno está interesando en darle garantías a todos y principalmente a los de la oposición y claro que vamos a hacer lo mismo con los candidatos a las elecciones presidenciales.

¿Por dónde van a estar orientadas las tres grandes reformas –justicia, educación y salud– que le esperan al próximo Congreso y al Gobierno?

Personalmente voy a ver si podemos sacar la reforma de la salud en esta legislatura. La verdad es que mucho de lo que se debería hacer se puede hacer por decreto, pero hay algunos aspectos, principalmente de la parte financiera, que necesitan del Congreso y por eso la reforma es importante. Ahí se ‘quemaron’ (no fueron reelegidos) la mayoría de los miembros de la Comisión, entonces voy a reunirme con ellos a ver si, por favor, nos ayudan a sacar esa reforma y seguimos el proceso de ir ordenando la casa en materia de salud, porque usted no se alcanza a imaginar el caos que recibimos hace tres años y medio y que hemos venido arreglando de forma muy dedicada, pero somos los primeros conscientes de que aún queda mucho camino por recorrer. En el caso de la justicia estamos revisando cuáles reformas son las realmente necesarias para hacerlas más pronto. Yo tengo la idea, que es controversial pero que considero saludable, y es quitarle a las Cortes el poder nominador que las ha politizado y devolverles su independencia total en el sentido de que las Cortes están para cumplir con su deber como poder judicial. En cuanto a la educación, ese es mi gran sueño y hoy he puesto como meta para el país que para el 2025 seamos el mejor educado de América Latina y para eso se requieren esfuerzos en todos los eslabones de la cadena, empezando con la primera infancia y teniendo en cuenta también la calidad de la educación básica y media, un gran esfuerzo en la educación superior y los esfuerzos técnicos y tecnológicos pero ya dimos un paso importantísimo en este Gobierno al declarar la gratuidad total para la educación el grado cero al once de todos los niños y niñas del país.

En el tema de la justicia, ¿cómo imagina el proceso de quitarle poder a las Cortes? ¿Quién lo asumiría?

Esa es la discusión de fondo porque no hay sistema perfecto. En el caso, por ejemplo, del Fiscal una de las pocas promesas que no pude cumplir fue la de poner a la Fiscalía como un par del órgano Ejecutivo, como existe en muchos países, porque no tiene mucho sentido que el Presidente de la República, cualquiera que sea, sea el responsable de la política criminal y que la Fiscalía no dependa de él. ¿Entonces cómo hace para ejercer esa responsabilidad? Sé que es una discusión de mucho fondo porque el poder Judicial considera que la Fiscalía debe permanecer bajo su amparo, pero ahí hay un híbrido aunque ahora la Fiscalía la acabamos de reforzar y fortalecer. La discusión sobre quién asumiría esas dominaciones es un tema que la tenemos que adelantar con el Congreso.

¿Y la Procuraduría?

A la Procuraduría hay que quitarle ese poder que tiene para destituir funcionarios elegidos popularmente, los puede sancionar y poner ante la justicia para que sea la justicia la que tome la decisión correcta. Este lío que tenemos con el alcalde Petro se debe a este poder exagerado de la Procuraduría y soy partidario de que le quiten ese poder, como soy partidario de darle a todos los colombianos la posibilidad de tener la doble instancia como lo determinan los principios democráticos en todos los países. Pero mientras se hacen esas reformas, hay que cumplir con la ley.

Ya que tocó el caso Petro, ¿le preocupa que llegue el momento en que usted tenga que firmar la destitución?

Yo lo que he dicho, desde el primer día cuando me preguntaron qué voy hacer, es que yo voy a hacer lo que me corresponde y eso es cumplir con la Constitución que yo juré cumplir y con las leyes que me obligan, además de defender las instituciones. Así he procedido durante todo este tiempo, con total imparcialidad porque de un lado y del otro han venido a que el Gobierno, por ejemplo ante la Comisión Interamericana, influya y haga gestiones y yo he dicho que no. Cuando a mí me llegue una solicitud, si es que me llega, del procurador para que proceda, entonces en ese momento veré cuáles son las circunstancias y tomaré una decisión de acuerdo con la Constitución y con la ley. Lo que quiero también reiterar es que, también dijo y lo hemos respetado, al ciudadano Petro se le tienen que respetar todos los recursos que están a su disposición y así se ha hecho. Entonces, tengo la conciencia totalmente tranquila y el día que me toque proceder, procedo.

¿Qué hizo durante el primer mandato que no repetiría en un segundo Gobierno?

Muchas cosas, muchos errores cometí y uno va aprendiendo con el tiempo. Yo no diría que no hubo paro nacional agrario. Cuando traté de explicar que el paro no era ni nacional ni agrario porque no eran todos los departamentos ni eran todos los productos agropecuarios, pero eso me salió mal y me costó sangre.

¿Sobre la situación de Venezuela qué puede decir?

Lo que he venido diciendo hace mucho tiempo. Para mí es muy importante lo que sucede en Venezuela porque nos afecta directamente. Si a Venezuela le va bien, a Colombia le va bien, pero si a Venezuela le va mal a Colombia también le va mal. Sufrimos las consecuencias de lo positivo y lo negativo. Yo lo que tengo que hacer es tratar de buscar, de la mejor manera posible, que en Venezuela se respeten los derechos humanos, los principios democráticos, que se mantenga la paz y se respete el diálogo sin meternos a interferir en los asuntos internos porque eso es algo que los colombianos tenemos que respetar no solo frente a el vecino país sino frente a todos los Estados, así como a nosotros no nos gusta que se metan en nuestros asuntos internos. Entonces, mantener ese sano equilibrio, ojalá buscando la mejor solución para toda Venezuela porque este es un país donde hay Gobierno y hay oposición y ojalá puedan resolver sus problemas. Si a nosotros nos quieren llamar para que pongamos nuestro granito de arena por supuesto que estaremos dispuestos y lo haremos, pero mientras tanto estamos es abogando para que allá se mantenga la paz y los principios democráticos.

¿Qué piensa de Enrique Peñalosa, desde la Alianza Verde, como candidato a la Presidencia?

Es un contendor respetado y respetable.

En esta entrevista también intervinieron Rosario Borrero, redactora jefa; José Granados, editor de Política; Paula Sierra, redactora política, y Katyna Pugliese, coordinadora de RadioH.

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Al final de la visita, Santos posó junto al director Marco Schwartz, al presidente de este medio, Francisco Posada, y al equipo de redacción.