Compartir:

A pesar de que la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, hizo oficial los nombres de quienes representarán al nuevo movimiento político en las elecciones a Congreso y Presidencia de 2018, aún no queda claro si los excombatientes tendrán que pasar por la Justicia Especial para la Paz antes de poder hacer política. Dicho interrogante se resolverá una vez el Congreso finalice el trámite del proyecto que reglamenta la JEP. 

Para las presidenciales, el candidato de la Farc será Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, quien llevará a Imelda Daza, miembro del movimiento Voces de Paz, como su fórmula vicepresidencial.

Para las elecciones de Congreso, la lista para el Senado estará encabezada por el exjefe negociador Iván Márquez, seguido de Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada, Sandra Ramírez y Victoria Sandino. Por su parte, la lista a la Cámara de Representantes estará integrada por Jesús Santrich, quien aspirará por el departamento del Atlántico; así como por Jairo Quintero, que va por Santander; Marco Calarcá, por el Valle del Cauca; Olmedo Ruiz, por Antioquia, y Byron Yepes, por Bogotá.

De acuerdo con Iván Márquez, estos últimos participarán en esas circunscripciones 'por ser las zonas de mayor votación'. 

'Para Cámara hay cinco curules y nos la vamos a jugar por las zonas del Valle del Cauca, Bogotá, Medellín, Antioquia, Barranquilla, Atlántico y Bucaramanga. En el resto de departamentos conformaremos unos acuerdos políticos', explicó Márquez.

¿Pueden participar en las elecciones?

El Acuerdo de La Habana estableció que una vez dejadas las armas, con pleno reconocimiento de la ONU, la exguerrilla podía conformar un partido para que, de esa forma, se materializara su reincorporación a la vida política. Por ello, una vez cumplido el desarme, el Consejo Nacional Electoral (CNE) le entregaría la personería jurídica al movimiento surgido de la desmovilización, de forma que quedara habilitado para participar en las elecciones y pudiera postular a sus respectivos candidatos, tal como lo hace el resto de partidos. 

Este martes, justamente, el CNE entregó la personería jurídica a la nueva organización y, con ello, le dio luz verde para que presentara a quienes entrarán en la disputa electoral de 2018 en nombre de la Farc. 

Las 10 curules transitorias

Otra de las disposiciones que estableció el Acuerdo de paz, con el fin de facilitar la transición a la vida política de los exguerrilleros, fue que el nuevo partido dispondría de 10 curules en el Congreso de manera transitoria (2 periodos constitucionales, es decir ocho años). Cinco de esas curules las tendrán en el Senado y la otra mitad en la Cámara de Representantes. El Acuerdo además señaló que en caso de que la Farc lograra, a través de la votación, obtener más de esas 10 curules, dicho resultado se respetaría y podrían tenerlas. 

Polémica por la JEP

La polémica que actualmente hay alrededor de la participación política de los excombatientes, está relacionada con la implementación de la Justicia Especial para la Paz, JEP. 

Mientras el Gobierno, en cabeza del propio presidente Juan Manuel Santos, ha afirmado que los exguerrilleros podrán hacer política al mismo tiempo que cumplen con las sanciones que la JEP les impone, los sectores de oposición han expresado que esa medida es un ‘mico’, y rechazan que aquellos entren en la arena electoral sin que antes pasen por la justicia transicional. Las víctimas, por su parte, también han sentado su posición al respecto y han manifestado que los miembros de la Farc deberían pasar por el tribunal y las salas de la JEP antes de que entren en la política legal, pues ello fue un compromiso que se derivó del Acuerdo. 

Toda esta discusión alrededor de cuándo realmente podrán las Farc participar en política ha puesto el dedo en la llaga sobre la reglamentación de la JEP, que avanza a paso de tortuga en el Congreso. Dado que el Acuerdo de paz no dejó en claro si el partido surgido de la desmovilización podía hacer política sin antes haber pasado por la JEP, el Gobierno está afanado porque el proyecto de ley estatutaria que reglamenta la justicia especial concluya, pues a partir de ello es que se zanjaría el interrogante. 

A la luz de lo que actualmente está en trámite en el Congreso (que puede llegar a cambiarse si así lo define el legislativo), lo que se establece es que Timochenko, Iván Márquez y Jesús Santrich, así como el resto de aspirantes del nuevo partido, sí podrán participar en política sin haber pasado por la JEP, pero con una limitante: en caso de que algún candidato llegue a ser sancionado con penas alternativas u ordinarias (lo cual representa privación de la libertad), y no con restaurativas, ello le significaría a quien esté en el cargo una incompatibilidad para ejercer el mismo y no podrá hacerlo.

Habla el Gobierno

El alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, aseguró que quienes deseen participar en las elecciones tendrán, por obligación, que 'someterse a los mecanismos que implica la aceptación de la JEP, conforme a lo establecido en el Acuerdo'.

Reacciones a la participación política de la Farc

El anuncio de las candidaturas del partido de la Farc para las elecciones de 2018 no ha dejado de causar todo tipo de reacciones en el mundo político. Para algunos sectores, como el uribismo, Cambio Radical o parte de los conservadores, ese hecho no es legítimo y es motivo de total rechazo.

Por ejemplo, Samuel Hoyos, representante del Centro Democrático, mantiene la tesis de que las desmovilizadas Farc aún tienen vínculos con las disidencias, y que incluso tienen caletas de armas bajo su poder. A través de su cuenta de Twitter, el congresista aseguró que 'la Farc son un partido político armado', poniendo en duda el proceso de desarme adelantado por la guerrilla. 

Idea similar sostiene el jefe natural del Centro Democrático, el senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien aseguró que 'la candidatura de Timochenko es la de un delincuente'. 

Por los lados de Cambio Radical, el senador Germán Varón aseguró que lo que más inquieta a su colectividad es el hecho de que se apruebe la participación política de la Farc sin que los miembros del movimiento hayan pasado por los procesos de la justicia transicional. Cabe recordar que Cambio Radical decidió votar negativamente el proyecto reglamentario de la JEP, precisamente por ese punto. 

Martha Lucía Ramírez, precandidata presidencial independiente, pero que proviene del conservatismo, aseguró que los sectores del ‘No’ en el plebiscito del 2 de octubre ya habían hecho la advertencia de que miembros de las Farc iban a llegar a cargos de elección popular. 'A los cínicos no les preocupan estas candidaturas, pero a millones de colombianos nos irritan. Lo combatiré y lo derrotaremos en las urnas', sostuvo. 

Otros sectores más moderados, como la Alianza Verde o el Polo Democrático, vieron con buenos ojos la participación política de los miembros de las Farc. No obstante, también reconocieron, como Antonio Navarro, senador del Verde, que no les veía 'mucho futuro político'.