Compartir:

Al momento de escribir estas líneas el presidente electo Iván Duque había definido prácticamente todos sus futuros ministros. Comenzando el 11 de julio con Alberto Carrasquilla en la cartera de Hacienda, el mandatario entrante ha publicado en su cuenta de Twitter los nombres de 15 de los 16 ministerios que conforman su gabinete más la Dirección de Planeación. Al enviar la versión final de este texto a la sala de redacción, resta un nombramiento -TIC- así como el Departamento Administrativo de la Presidencia y sus altas consejerías. 

La selección del gabinete es una de las primeras pruebas de liderazgo de un presidente electo. Este proceso sufre la tensión entre las necesidades políticas, surgidas durante la campaña, y los requerimientos técnicos que demandan cada una de las carteras. El balance entre seguidores partidistas, expertos reconocidos y apuestas presidenciales específicas no es fácil de obtener. Hay otros equilibrios que tener en consideración: el de juventud y experiencia, el regional entre las distintas zonas del país y el político entre las distintas fuerzas que ayudaron a ganar.  

Asimismo, en muchas ocasiones, la inclusión de algunos ministros envía poderosas señales políticas. Por ejemplo el presidente Santos incluyó a dos de sus excontendores de la carrera presidencial para su gabinete: Germán Vargas Lleras en Interior y Rafael Pardo en Trabajo. A eso le llamó el 'equipo de rivales', en referencia al libro de la historiadora Doris Kearns Goodwin sobre Abraham Lincoln y su gabinete durante la guerra civil estadounidense. Esto fue considerado en su momento una de las primeras señales de ruptura entre Santos y Álvaro Uribe, ya que Vargas y Pardo eran contradictores del expresidente.  

Uribismo 20

Por la juventud del presidente Duque y la naturaleza de la campaña 2018, todos los ojos han estado puestos en su primer gabinete. No había pasado ni un día después de haber ganado las elecciones y los medios de comunicación y líderes de la oposición especulaban sobre qué uribistas de vieja guardia ocuparían los diferentes ministerios. El mandatario electo anunció un gobierno acorde con el cambio generacional que él mismo representa así como una primera línea paritaria entre hombres y mujeres. 

Con respecto a su gabinete el reto de Duque es prácticamente el mismo de la campaña: cómo balancear el regreso del uribismo al poder con un mensaje de renovación y representación de otros sectores. Es decir, cómo trasladar la estrategia del uribismo 2.0 de la campaña- donde fue exitoso- al gobierno. 

Coctel delicado

Una mirada al casi completo gabinete duquista refleja un coctel que mezcla distintas dosis. En primer lugar están varios ministerios de primer nivel y peso específico del gobierno en manos de veteranos uribistas. El caso más destacado es el del ministro Carrasquilla, quien repite en la cartera de las finanzas públicas. Otros nombramientos también son cercanos al jefe del Centro Democrático: Guillermo Botero en Defensa, Carlos Holmes Trujillo en Cancillería y la excongresista Nancy Patricia Gutiérrez como nueva cabeza de la cartera política. A este bloque también se debe añadir a la nueva ministra de Trabajo, Alicia Arango, mano derecha de Duque en la campaña y secretaria privada del expresidente Uribe. 

Un segundo ingrediente del coctel son los expertos en sus temas respectivos. En esta categoría se encuentran Gloria Borrero en Justicia, María Fernanda Suárez en Minas y Energía (más petróleo y energía que minas), Ricardo Lozano en Ambiente, Gloria Alonso en el DNP, Juan Pablo Uribe en Salud, María Victoria Angulo en Educación y Andrés Valencia en Agricultura. Y en un tercer bloque estarían unas apuestas del presidente Duque a unos perfiles que, además de conocimiento, enviarían otros mensajes: Jonathan Malagón en Vivienda, un joven economista caribeño; Carmen Vásquez, líder y gestora de Buenaventura en Cultura; y José Manuel Restrepo en Comercio, economista y rector de dos universidades: Rosario y Cesa. 

Las críticas

Era inevitable que este abanico de nombramientos generara críticas. La oposición de izquierda ha atacado nombres como el de Carrasquilla, Botero y Angulo porque representan líneas ideológicas y, en el caso de Angulo, de políticas públicas que rechazan. Ambiente, Agricultura, Vivienda y otra vez Defensa han sido criticados por provenir directamente de gremios de la producción. Desafortunadamente se han presentado ataques de corte más personal e íntimo que reflejan lo enrarecido del aire político post-elecciones. No obstante, los nombres de 

Borrero en Justicia, Restrepo en Comercio y Lozano en Ambiente generaron buenos comentarios en sus respectivos sectores e incluso dentro de la oposición.   

Equilibrismo

El panorama general del primer gabinete muestra que el presidente electo logró ensamblar un competente grupo de ministros con presencia uribista y con la entrada de técnicos. Si bien los veteranos cercanos al senador Uribe ocupan importantes carteras, parte de la agenda económica y social cayó en manos expertas. No se trata de una copia idéntica de un gabinete de la era Uribe ni tampoco el 'equipo de rivales' de Santos. No hay mucha cuota partidista de los miembros de la coalición de gobierno y se disipa el giro al extremismo que advirtieron los opositores. Dentro del 'Traicionómetro' -herramienta desarrollada por los periodistas Jorge Galindo y Daniel Pacheco para analizar qué tanto el gobierno Duque es independiente de Uribe-, el gabinete hasta ahora tiene un 'saldo favorable a la independencia de Duque'.  

Queda pendiente un área clave para el próximo mandatario: la estructura de la Presidencia de la República más cercana y de la vicepresidente Ramírez. En ese espacio seguramente estarán centradas apuestas cercanas al corazón de Duque y un núcleo de confianza para el seguimiento de políticas estratégicas.  

Trinos de papel

• Iba a discutir qué tan simbólico fue gesto de senador @AntanasMockus ayer. Pero a mí, que tanto creí y voté el poder de su mensaje, me cansó buscar significado, simbolismo y mensaje en actos desgastados, desconectados con las preocupaciones de hoy e incluso soberbios.

• Me gusta que tengamos dos fechas de independencia: un grito (#20DeJulio) y una batalla (#7deagosto); una política y una militar; una de tribunas y movilización y otra de ejércitos y guerra; una de precursores y discursos y otra de libertadores y conquista.