El barranquillero Ricardo Antonio Zurek Navarra recibió la medalla Andrés Rosselli por su vida y obra como neurólogo clínico. Lo hizo en noviembre, en medio de la pandemia, luego de que la Asociación Colombiana de Neurología considerara que su perfil era merecedor de este reconocimiento que lleva el nombre de uno de los padres de la neurología en Colombia.
'Yo agradezco que haya un grupo de neurólogos en el país que pensaron en mí y en que, de una u otra forma, contribuí en el desarrollo neurológico y la neurología clínica en el país, tanto en el campo educativo como en el humano'.
Su trayectoria profesional comenzó en 1977 al recibir el título de médico general. En 1982 terminó su especialización como neurólogo clínico en el Instituto Neurológico de Colombia, en Bogotá.
A finales de los setenta y principios de los ochenta las posibilidades de estudiar más allá de un pregrado o especialización eran escasas, sobre todo en Medicina. Zurek lo sabía y escogió Estados Unidos para subespecializarse en el campo neurológico.
En ese país estudió en Baltimore (Maryland), Nashville (Tenesse) y Miami (Florida), ciudades en las que se formó en diversos campos del saber psicológico como la epilepsia, electroencefalografía, enfermedades neuromusculares, neurooftalmología y neurología pediátrica.
'Sobre esas áreas del conocimiento neurológico no había educación en el país. Para volver a Colombia debía tener un conocimiento general y por eso esa fue mi formación'. La fecha de su regreso a Colombia la tiene clara en su memoria, 6 de noviembre de 1985, mismo día de la toma del Palacio de Justicia a manos del M-19.
'La neurología siempre fue interesante para mí, no la conocía muy bien, pero decidí que quería introducirme en las ciencias neurológicas para poder conocer un poco más y realmente era algo enigmático. Quería entender biológicamente el por qué piensa uno, nuestra conducta, los afectos, entre otras cosas'.
Todos sus logros se los dedica a su esposa, Liliana García de Zurek, pues asegura que ella fue importante en el desarrollo de su carrera: 'Ella tuvo paciencia y perseverancia porque, en un principio, uno está muchas horas fuera del hogar, hasta los fines de semana por ese trabajo clínico y académico que era muy extenso'.
Para él, el entendimiento y el soporte fueron dos elementos importantes para llevar a cabo sus estudios, ejercer su profesión y, a la vez, contar con 'la tranquilidad dentro de su hogar'. A sus 67 años todavía ejerce como neurólogo en Bogotá y enfatiza que el poder desarrollar todas sus actividades se lo debe, en gran parte, a ella.
Se considera un 'divulgador del conocimiento neurológico'. Para él, su aporte al país desde este campo se ve reflejado en la educación, pues por su paso por la academia pudo contribuir a que más de 50 médicos generales se convirtieran en neurólogos.
Este campo de la medicina también se enfrenta al Coronavirus y, según el neurólogo, está trabajando para conocer a profundidad las secuelas que deja esta nueva enfermedad en el paciente y su núcleo familiar.
'Tenemos las complicaciones neurológicas que hemos visto en el paciente que ha pasado la fase aguda de impresión y se ha quedado con complicaciones neurológicas de diferente índole. Estamos conociendo los efectos tardíos y las secuelas que dejó esta enfermedad'.
La Neurología en Colombia
Para el doctor Zurek Colombia 'está a la altura de cualquier país del mundo' en cuanto al personal del campo neurológico.
Señala que 'la neurociencia es un término muy amplio' y las especialidades que se dan en las universidades son de primerísima calidad.
'Está la rama de la neurocirugía en que los programas son de excelente calidad. Yo pienso que la neurociencia aplicada en el campo neurológico, neuroquirúrgico y en el campo neuropsicológico Colombia está a la altura de cualquier país del mundo, en cuanto a su personal'.
Sin embargo, señala el galeno que 'no todo el país tiene la tecnología necesaria para poder ejercer esos campos del conocimiento en una forma completa, pero las ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena presentan una adecuada infraestructura tecnológica para el desarrollo del ejercicio de las ciencias tecnológicas'.
En lo que se refiere a investigación, que incluye investigación clínica e investigación básica, se necesita más presupuesto para dar mejores resultados.
Sobre el neurólogo
Trabajó en el departamento de Neurología del Instituto Neurológico de Colombia, en el que también se desempeñó como jefe de Educación Médica hasta aproximadamente 1997. De 1999 a 2001 fue presidente de la Asociación Colombiana de Neurología. Perteneció al departamento de Neurología de la Universidad Javeriana, en Bogotá y, a su vez, trabajó en el Hospital San Ignacio hasta el año 2003. Actualmente trabaja como neurólogo en Bogotá.