En un mundo donde ganar dinero parece una prioridad sobre el bienestar y el ocio, resulta sorprendente que cada vez haya más trabajos donde el tiempo y el descanso para el empleado sean tan poco valorados.
La canadiense se dio cuenta el primer día, durante su inducción, que debía hacer muchas tareas por un sueldo mínimo, por lo que decidió renunciar.
En un mundo donde ganar dinero parece una prioridad sobre el bienestar y el ocio, resulta sorprendente que cada vez haya más trabajos donde el tiempo y el descanso para el empleado sean tan poco valorados.