Con el paso de los días se conocen más detalles sobre la masacre en la que murieron el ganadero y empresario Esteban Rafael Urueta González y sus empleados Fredy Manuel Beleño Acosta y Gerardo de los Santos Marzola Coronado.
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El dato más reciente que este medio conoció de una fuente oficial es que en la comisión de las muertes no solo utilizaron gasolina para quemar los cuerpos y madera para golpearlos, sino también un arma de fuego.
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Al cuerpo del garrochero Fredy ‘el Negro’ Beleño le hallaron un impacto de revólver calibre 38, que se lo habrían propinado a quemarropa. Esto explica por qué su cadáver, a diferencia de las otras dos víctimas, no fue entregado desde el lunes 16 de septiembre a las autoridades.
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Medicina Legal en Medellín se quedó con ese cadáver para ahondar en los estudios forenses y lograr, a través de estos resultados, informaciones que permitan más pistas sobre este macabro hecho que conmociona a la sociedad cordobesa y sucreña y que por ahora tiene como partícipes a Cristian Petro y Juan Soto, prófugos de la justicia.
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Versiones extraoficiales vinculan también a un hermano de Cristian, que sería quien compró la gasolina, además personas del campo en el corregimiento Carolina, de Chimá, habrían sido contratadas para hacer la fosa en la que iban a enterrar unos caballos.
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Igualmente se supo que ya la fuerza pública, que guarda silencio frente a este caso, ha ido recuperando las reses que Cristian vendió y que han ubicado en diversas poblaciones de Córdoba.
