La Fiscalía Primera Seccional de Montería adscrita a la Unidad Vida, entregó algunos detalles de cómo se materializó el pasado 10 de septiembre la masacre en zona rural del municipio de Chimá, Córdoba, en la que perdieron la vida el ganadero y comerciante Esteban Rafael Urueta González y sus empleados Gerardo Marzola Coronado y Fredy Beleño Acosta.
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En el relato de los hechos, que se dio en la mañana de este jueves 17 de octubre en desarrollo de la audiencia de imputación de cargos, el delegado de la Fiscalía, aseguró que a las víctimas las desnucaron con un golpe en el cuello con arma contundente, después los incineraron y luego los lanzaron en una fosa de un metro de profundidad, por 2 metros de largo y 85 centímetros de ancho.
El primero en ser asesinado en un sitio despoblado y con abundante maleza, de unos 2 metros de alto, fue Gerardo Marzola, luego Fredy, que fue al único que le dispararon en la cabeza y en el tórax, y finalizaron con el ganadero Esteban, pero a la hora de lanzarlos a la fosa, previamente hecha, el primero en ser lanzado fue Esteban.
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Al ganadero lo asesinaron delante de sus empleados, personas a las que, además, apreciaba y quería y con quienes había salido desde Montería a las 5:00 de la mañana ese 10 de septiembre a buscar noticias de 700 reses que estaban bajo el poder de Cristian Mauricio Petro Almanza, socio y amigo de Esteban, pero que este no tendría buenas cuentas de ellas.
La Fiscalía catalogó este caso como una “coartada criminal apocalíptica”.
