Lenis Frías, víctima de las Farc y quien tuvo que dejar abandonada su tierra en área rural de Fonseca y desplazarse al casco urbano, fue la encargada de dirigir la preparación del gran sancocho que se repartió en el almuerzo de la Vigilia por la Paz.
Ella, junto a un grupo de guerrilleros fue la responsable de las labores en la improvisada cocina. Decidió ir a ayudar porque ya los perdonó y dijo que 'hay que darles la oportunidad, ya que son ciudadanos colombianos igual que todos nosotros'.
Llegó desde bien temprano para ir organizando todo lo del menú y aseguró que fueron 500 las presas de carne las que se cocinaron con unas 40 libras de yuca y un número similar de libras de papa para la elaboración del sancocho, acompañado con arroz de fideo.
Para ella lo más importante fue pasar el día compartiendo con aquellas personas a quienes antes les tenía miedo, pero que ahora los respeta. Para la cena se preparó una carne asada con yuca y de bebida se repartió agua de panela. Además se ofreció tinto y agua de manera permanente.