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A propósito de la Ley de Infraestructura que fue sancionada el viernes en Cartagena por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, que permitirá destrabar la construcción de proyectos en el país, EL HERALDO presenta una radiografía de obras en la Región Caribe que llevan años esperando su culminación.

La norma con 73 artículos fija reglas claras, entre otras, para la expropiación de predios, la obtención de licencias ambientales y el traslado o reubicación de redes de servicios públicos.

Lo que se busca es que se hagan estudios que puedan determinar si es mejor terminar o demoler la obra, con el fin de mitigar el riesgo que representan para la seguridad las obras sin concluir, pero también evitar el desangre de los recursos públicos.

Las entidades estatales tendrán un año para realizar el Registro de Obras Civiles Públicas Inconclusas, para que luego se pueda establecer la realidad respecto a la infraestructura física del país.

Desde 2010 esperan el Portal del Transmetro en Barranquillita

Las obras en el Portal de Barranquillita, que servirá para la operación del Sistema Masivo Transmetro, con un costo aproximado de $25 mil millones, siguen sin ser realidad. Los trabajos de construcción que fueron adjudicados en 2007 a la firma Transatlántico S.A., todavía luce como un enorme parqueadero.

La fecha de entrega de esa obra, que estaba programada para septiembre de 2010, no se cumplió, 'debido a diversas causas, como la compra de predios, problemas con el cableado eléctrico de una línea de media tensión, el crudo invierno, entre otras.

Transmetro está ejerciendo control y vigilancia sobre el contrato del Portal de Barranquillita ante el retraso de la obra. Para esto se sigue lo establecido en la Ley 1150 de 2007, llevando a cabo el respectivo proceso dentro del cual se requirió al contratista por los atrasos presentados dentro del cronograma de las obra.

Por incumplir sus obligaciones contractuales en el portal de Barranquillita, Transmetro le ha impuesto 4 multas al concesionario de infraestructura Transatlántico, entre el 2010 y el 2013, por un monto aproximado de $1.167 millones.

Recientemente, Transatlántico anunció el reinicio de los trabajos, cuya primera etapa proyecta terminar en el mes de enero de 2014.

Esta fase incluye todo el concreto y pavimento del parqueadero, vías de circulación interna, cimentación del terreno, acometidas de agua y alcantarillado.

La segunda fase de la construcción del Portal de Barranquillita, que se proyecta entregar en mayo de 2014, incluye las oficinas administrativas.

12 años de construcción en la laguna de oxidación en Sincelejo

Hablar de obras ‘eternas’ es una realidad de a puños en el departamento de Sucre. Y lo peor es que no están en lugares recónditos, como la Mojana, sino en Sincelejo, la capital.

Lo paradójico de este asunto es que muchas de estas obras en su momento presentadas ante la comunidad como prioritarias, hoy están sin terminar.

El caso puntual es el de la laguna de oxidación de Sincelejo, construida con la finalidad de descontaminar el llamado Arroyo Grande de Corozal.

La ambiciosa construcción se inició en el año 2011 con recursos de regalías en la administración del entonces alcalde Jorge Arturo Ospina Vergara, quien dio visto bueno para que las mismas se ejecutaran en un predio que aún el Municipio, como ente territorial, no había adquirido. Con este lío se inició lo que sería una de las obras más cuestionadas y con más recursos invertidos en Sincelejo, por lo menos unos 15 mil millones de pesos.

El parque Taykú, paralizado hace siete años en Santa Marta

Hace año y medio, los dueños de un circo internacional, dotado de leones, tigres, cebras, caballos y micos, llegó a Santa Marta y se estableció en un lugar donde, sin imaginarlo, se encontraría con un ‘elefante blanco’. Está en el pleno centro de la ciudad, en el popular ‘Rumbódromo’, en la calle 22 entre carreras 8 y 11, un gigantesco lote bautizado así por los gozadores y bailadores samarios.

El predio, que había sido destinado para la construcción de un moderno parque cultural temático que llevaría por nombre ‘Taykú’, hoy es el más claro ejemplo de la corrupción, ineptitud y negligencia de la clase política y administrativa del Magdalena. La obra hace 7 años está paralizada.

Gestado en el 2006 durante la gobernación de Trino Luna Correa, con el concurso del Gobierno Nacional, el 2 de marzo de ese año se le colocó la primera piedra para el inicio. Allí se invertirían más de 8 mil millones de pesos, en un predio 14 mil metros cuadrados, con áreas para la recreación, la lúdica; cafeterías, auditorios, sala de eventos, biblioteca, etc.

Riohacha lleva esperando 18 años por laguna de oxidación

Los habitantes de Riohacha han oído innumerables anuncios sobre el inicio de los trabajos en la laguna de oxidación, una obra que se comenzó en el año 1995 con el objetivo de solucionar el problema de aguas servidas en esta capital.

Cada alcalde o gobernador que ha pasado por las administraciones, reinicia el trámite de concertación con las comunidades indígenas, el cual es el principal inconveniente, pero nada que se ha podido concluir la obra.

El último anuncio lo hizo la administración departamental el pasado mes de abril, cuando se informó que se habían solucionado los problemas con las comunidades indígenas del área de influencia. Sin embargo, no se notan avances en los trabajos. 

El contratista de la obra, Fernando Garantivá, afirmó que el contrato se firmó inicialmente por un valor de 2.119 millones de pesos y después se hizo una adición de 1.557 millones de pesos, valor que se mantendrá hasta que se culmine la laguna de oxidación.

Hospital materno infantil en Valledupar nunca funcionó

En el año 2000, el entonces alcalde de Valledupar, Jhony Pérez Oñate, contrató la construcción de un nuevo hospital para esta capital, por un valor de 1.256 millones de pesos. Hoy, 13 años después, la estructura no es más que otro elefante blanco, que fue desvalijado y se lo está tragando la maleza.

La obra tuvo varios tropiezos. Uno de ellos, es que fue suspendida por no tener una licencia ambiental. Ese escollo fue superado y logró avanzar en la construcción hasta un 70%, pero debido a los atrasos los costos se incrementaron y el contratista argumentó perjuicios económicos.

Este hospital que iba a beneficiar principalmente a los habitantes de los barrios Los Mayales, Amaneceres del Valle y Villa del Rosario, que contaba con una infraestructura de primera categoría, con ventanas polarizadas, sanitarios, pisos y enchape de último diseño, está en el olvido. Toda la plata invertida se perdió y en la actualidad este proyecto, que iba a ser un centro materno infantil, es considerado inviable.

Una terminal de transportes abandonada en Sahagún

Desde su inicio hasta su inauguración, la terminal de transportes de Sahagún, Córdoba, en la que se invirtieron cerca de $1.300 millones, fue un verdadero fracaso.

La obra está en completo abandono, los amigos de lo ajeno se han robado puertas, ventanas, sanitarios, lavamanos, cableado eléctrico, tomacorrientes y todo el mobiliario.

En la administración de Ramón Buelvas Aldana, hace 18 años, se consiguió el terreno donde se construiría la terminal de transportes. Con la convicción de que el municipio crecería hacía el norte, se compró el predio sobre la troncal de occidente en la vía que conduce al municipio de Chinú. En la administración de Pedro Otero Assad (2006), se gestionaron ante Fonade 789 millones de pesos para su construcción, la cual concluyó el 23 de agosto de 2006, pero solo hasta el 16 de junio de 2008, bajo la administración de Ghassan Nader, se pudo inaugurar, debido a que la construcción se deterioraba por falta de uso. A pesar de que luego se le invirtió más dinero, nunca ha despachado ni un solo bus.

Transcaribe en Cartagena, 10 años después sigue sin arrancar

Una década construyéndolo, 500 mil millones de pesos invertidos y ni un solo bus funcionando, el Sistema de Transporte Masivo, conocido como Transcaribe, de Cartagena, es el 'elefante blanco' que más indignación genera a los cartageneros en estos tiempos. Los casi 11 kilómetros de vías urbanas han sido una pesadilla para los residentes en la capital de Bolívar y una vergüenza nacional.

Muchos de los tramos ya construidos hoy muestran un deterioro evidente. Las estaciones son 'ratoneras' y dormitorios de hombres y mujeres de la calle, o blanco de los ladrones de la noche. El actual gerente de Transcaribe, José López Amarís, acaba de ser suspendido por la Procuraduría General. Y la demolición del puente de Bazurto, genera caos vehicular en una avenida tan transitada como la Pedro de Heredia.

Han pasado cuatro gerentes y cinco alcaldes y del sistema, llamado a solucionar la movilidad en la ciudad, muchos creen que, si acaso, podría empezar a operar en firme, a finales del año próximo.