Supuestos paramilitares que operan en el Golfo de Morrosquillo llamaron ayer al alcalde de Tolú, Ariel Alvarado Montes, en presencia de periodistas cuando iba a iniciar una entrevista para dar a conocer la situación de seguridad del municipio.
A las 9:30 de la mañana, cuando los comunicadores lo esperaban para las declaraciones en la vivienda de uno de sus asesores en el barrio Boston, el mandatario salió hablando por celular para manifestar que lo estaban amenazando supuestos paramilitares.
Acto seguido puso su aparato móvil en altavoz para que los periodistas pudieran escuchar y grabar la conversación.
El hombre al otro lado del teléfono citó al mandatario a una reunión, pero ante su negativa lo amenazó de muerte.
'Necesitamos entregarle una información pero si está muy bravo por teléfono tranquilo que yo sé cómo ubicarlo y cómo matarlo, no se preocupe', dijo el hombre de acento paisa.
El mandatario manifestó que en días pasados una persona que se hizo pasar como funcionario de la Secretaría de Salud Departamental solicitó los números de los celulares de los secretarios, asesores incluyendo el suyo por lo que el Secretario Privado procedió a entregarlos.
Los supuestos paramilitares llamaron a algunos asesores a amenazarlos y les solicitaron que le informaran a Alvarado que necesitaban reunirse con él.
El 5 de febrero pasado durante una reunión con el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, el alcalde denunció que tres comerciantes le habían manifestado su interés de ayudarlo a hacer una limpieza social para acabar con la delincuencia que azota la población.
El burgomaestre anunció que iba a denunciar a los comerciantes porque él va en contra de la violencia, sin embargo, y pese a la gravedad del hecho que también le fue reprochado por el jefe del Ministerio Público, no ha puesto esta situación en conocimiento de la Fiscalía, pero aseguró que se reunirá con la directora seccional para que lo asesore porque solo tiene como prueba su testimonio.
Alvarado sostuvo que no tiene certeza de que las amenazas tengan que ver con las denuncias anteriormente expuestas, pero lo que sí ratificó es que nunca había sido víctima de llamadas de esta índole.
Puntualizó que desde hace cinco meses se ha reflejado una mejoría en materia de seguridad, que se refleja en la disminución de los índices de atracos y raponazos. No obstante, el martes al mediodía asesinaron a un comerciante en su negocio.
'Nosotros tomamos la decisión de cambiar el sitio donde funcionaba el Comando de Policía y pasarlo a una parte más crítica, en la zona norte, y eso nos ha ayudado a mejorar la percepción de seguridad', concluyó.
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