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La estatua del Pibe Valderrama volvió a relucir este fin de semana no solo porque borraron los grafitis que en su pedestal habían plasmado desconocidos, sino por la tarea de limpieza que se realizó a la figura en bronce. En la jornada de limpieza participó el personal del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que expresaron su deseo de hacerlo por el cariño y gratitud hacia el astro del fútbol samario y para recalcar la urgencia del sentido de pertenencia y de cultura ciudadana. Voceros del turismo, en especial las agencias de viajes que tienen como punto de llegada la emblemática estatua, consideraron que es de suma importancia que se asigne vigilancia para evitar acciones como la que se dieron la semana anterior.

Los vendedores informales de la zona, representados por Álvaro Luna, señalaron que 'no es lógico que estas cosas se den cuando al frente están las casas fiscales de la Policía'. Se denunció que quienes se toman la tarea de hacer los grafitos son integrantes de las barras bravas, las mismas que han pintarrajeado las paredes del derruido estadio de fútbol Eduardo Santos.