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Cerca de seis predios de palmicultores están siendo invadidos en Marialabaja por unas 120 familias que, pese a las labores y esfuerzos de desalojos adelantados por parte de las autoridades del municipio, han insistido en mantenerse en estos terrenos a la espera de una respuesta por parte de la administración.

Los enfrentamientos contra el grupo Esmad y la Policía por estos días han sido el pan de cada día en esta población del norte del departamento tras las órdenes emitidas por parte de las autoridades judiciales de devolver los predios a sus propietarios que ven con preocupación como todos los días las familias arman cambuches a la orilla de la carretera a punta de barros, palos y alambres.

Para algunos propietarios de los predios en disputa está claro que las medidas que se acordaron en los consejos de seguridad que se realizaron una semana atrás con la Policía y la administración se convirtieron en simples acuerdos de palabras de los cuales no han logrado ver resultados eficaces para evitar los múltiples problemas a los que se están afrontando.

Los invasores insisten en ser familias desplazadas por la violencia y esperan una solución a sus problemas de vivienda. A la fuerza se han mantenido ocupando predios de la finca Rancho Grande que hace parte de la empresa Palmeras El Capi Ltda., y una hacienda contigua a esta denominada El Tesoro.

Los afectados han señalado que entre los acuerdos a los que se llegó en medio de los consejos de seguridad se hacía referencia a patrullajes constantes por parte de la Policía y presencia de uniformados a fin de evitar que tras el desalojo se volviera a invadir.

El pasado miércoles se adelantó la diligencia de restitución del predio. Una vez se recuperó el terreno los uniformados salieron del lugar y de nuevo los invasores llegaron a hacer de estas áreas sus sitios de vivienda en medio de amenazas y ofensas a los palmicultores.

Frente a esta situación, la administración a través de la Secretaria de Gobierno, Katherine Batista señaló que se vienen atendiendo las ordenes de restitución de terrenos en la zona e inicialmente se cumplió la labor con los predios donde se encontraban las oficinas del Idema en Marialabaja.

Luego de esto, se trasladaron las unidades del Esmad y la Policía a la zona de Tomarrazón donde hubo enfrentamientos pero se cumplió la labor de restituir el predio. Según la funcionaria, al propietario del terreno se le sugirió contar con vigilancia privada y acordonar el terreno a fin de evitar nuevas invasiones en lo sucesivo.

La administración reconoció que muchos de estos problemas se les han salido de las manos debido a la prórroga en las diligencias judiciales que se deben cumplir y a la demora en que los miembros del grupo Esmad lleguen a respaldar estas labores.