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Colombia no deja de llorar a sus muertos. Aunque esta vez, no es por causa de la violencia que se vivió por más de 50 años en la lucha armada, sino debido al conflicto callejero que se siente y se vive día a día en las principales vías del país en el cual están involucrados peatones, conductores, ciclistas, bicitaxistas, motociclistas, entre muchos otros, que no han aprendido a vivir en paz. Esa 'guerra' por el espacio, por ese pequeño territorio para transitar, sumado a diferentes factores de riesgo como la velocidad en las carreteras dejó un saldo de 7.158 muertos en 2016, superando con creces las cifras que dejó el conflicto armado. Es decir, el año pasado murieron 19 personas cada día por un siniestro vial.

'El primer conflicto reconocido en Colombia, es aquel que permanece vigente diariamente en las vías de la geografía nacional', sentenció Ricardo Galindo, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en la apertura del XI Seminario Internacional de Seguridad Vial que se llevó a cabo en la biblioteca Virgilio Barco en Bogotá, días 2 y 3 de octubre de este año, organizado por la Secretaría de Movilidad de Bogotá con apoyo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial -ANSV- y que congregó secretarios de tránsito del país, expertos internacionales, así como autoridades viales y ciudadanos con el fin de buscar caminos y alternativas que conduzcan a preservar y proteger las vidas en las vías.

'Este es un tema trascendental para el país, lo más importante es que la gente entienda la importancia y la relevancia que tiene el tema de seguridad vial. Yo creo que el país todavía no ha adquirido la conciencia del problema de salud pública que significa esto. Colombia tiene que empezar a entender que la gran problemática es el tema de los muertos en las vías del país. En diez departamentos ya es la primera causa de muerte violenta, superando los homicidios', agregó Galindo en diálogo con EL HERALDO, quien además manifestó que se debe hacer una gran cruzada nacional por este tema, pero más allá hay que cambiar la actitud y tiene que haber un cambio de comportamiento en la vía.

Uno de los factores de riesgo asociados con las muertes violentas en las vías es el exceso de velocidad. De hecho, un reciente estudio del Instituto Internacional de Investigación en Lesiones de Johns Hopkins University desarrollado en el marco de las acciones de la iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global, señala que Bogotá es una de las ciudades en las que más se presenta esta infracción.

No obstante, Andrés Vecino, investigador en seguridad vial y salud pública, quien le ha hecho un detallado seguimiento a la investigación es optimista: 'Lo que hemos visto en la capital es una reducción en la cifra de los conductores que exceden la velocidad al pasar de 39% en el segundo semestre de 2015 a 24% en el primer semestre de 2017 en el exceso de velocidad extrema. Es decir, 10 kilómetros por encima del límite de velocidad'.

La iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Global, lo que intenta es reducir las lesiones fatales y no fatales en los países de bajos y medianos ingresos porque del 1,2 millones de personas que mueren al año en el mundo por lesiones de tránsito, el 90% están concentrados en estos países. Colombia está considerado como un país de mediano – alto ingreso y entra en esa categoría así como otros nueve.

Regiones: Del burro a la moto. En los altos índices de accidentalidad que se presentan en las regiones, las motocicletas son las más involucradas. En Córdoba, por ejemplo, de cada 10 accidentes 9 son producidos por motocicletas, según explicó, Martín Jalal Agámez, secretario de Tránsito Departamental. 'En nuestros municipios pasamos de montar un burro, un caballo a la moto y es la mayor dificultad que tenemos. La accidentalidad tiene factores múltiples como los concesionarios que entregan las motos sin ningún tipo de documentos, con la cédula, muchas veces sin licencia de tránsito y hemos dicho que no tenemos nada en contra del gremio de motociclistas. Lo que queremos es que no aporten el mayor número de víctimas en accidentes de tránsito, por eso estamos tratando de capacitarlos ya que consideramos que es una de las poblaciones más vulnerables y si no existe una cultura vial es difícil frenar la accidentalidad', aseguró el funcionario.

Cifras del departamento aseguran que existen alrededor de 370.000 motos matriculadas en los diferentes organismos de tránsito: Cereté (95.000); Lorica (75.000), Sahagún (48.000), Planeta Rica (47.000), entre los municipios que mayores registros tienen.

Por otra parte, su homólogo en el Atlántico, Carlos Granados, manifestó que la administración está analizando crear mediante decreto un 'Pico y Placa' departamental para las motocicletas con el fin de reducir la accidentalidad el cual se pondría en operación en menos de un mes.

Granados también advirtió que se están creando organismos de tránsito de 'papel' que generan ilegalidad porque se trata de instituciones débiles que carecen de operatividad. 'No hay una política de movilidad conjunta y su creación permite que se preste para muchas irregularidades por la proliferación de estas oficinas', citando casos concretos como Soledad, Galapa, Malambo y Puerto Colombia. Esta situación también se estaría presentando en otras regiones del Caribe.

En Villavicencio, Iván Baquero, secretario de Tránsito aseguró que las motocicletas están involucradas en el 75% de las víctimas fatales, mientras que en Pereira el 46% de las personas fallecidas son peatones, por encima de las motos. El municipio de Girardot (Cundinamarca) es otro de los que cuentan con un gran número de este tipo de vehículos con cerca de 200.000 motocicletas.

Bajarle a la velocidad. Estadísticas del Banco Mundial aseguran que las velocidades óptimas están por debajo de los 80 kilómetros por hora. Es por eso que el Gobierno Nacional mediante medidas como las fotomultas y la educación vial pretenden bajarle la velocidad a los colombianos para evitar más muertes.

El viceministro de Transporte, Alejandro Maya indicó que en el caso de las fotomultas, éstas se tienen que convertir en una poderosa herramienta que permita ayudar a disminuir los accidentes de tránsito en el país. 'No se trata de sorprender a los colombianos en las diferentes vías sino poderles indicar que están establecidas en lugares que pueden ser peligrosos, para que realmente los conductores puedan tener todas las precauciones en esos sitios y puedan disminuir velocidad y poder proteger sus vidas'.

El experto en seguridad vial y salud pública, Andrés Vecino, expresó que las fotomultas no tienen ningún propósito de recaudar comparendos y que son efectivas: reducen la velocidad y la velocidad es el factor riesgo más importante en la seguridad vial. 'Son fundamentales porque además no podemos tener policías en todas partes. En Bogotá sólo hay 1.100 policías de tránsito y ellos no pueden estar en todas partes', aseguró.

La pedagogía ciudadana es otra de las medidas con las que se pretende bajarle la velocidad a los colombianos. Si bien es un proceso gradual y toma bastante tiempo, por tratarse de cambios comportamentales es un imperativo. 'Tenemos que reeducar al colombiano adulto porque nunca fuimos criados en el tema de la seguridad vial. Estamos en el punto de educar las nuevas generaciones para que en el colegio tengan permanentemente esa educación, pero son unos procesos largos. La gente no puede esperar milagros', finalizó Ricardo Galindo, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.