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Cuando el reloj marca las 8:00 de la mañana, los niños y padres de familia, salen de sus casas para ‘presumir’ delante de sus amiguitos, lo que el Niño Dios les trajo por comportarse bien o ganar el año escolar.

Bolívar

La vieja pero bella costumbre de salir a disfrutar de un día soleado, aún sobrevive en la Heroica, donde cientos de niños de los barrios más populares de Cartagena, se tomaron las calles para montar en bicicletas o patines, regalos que predominan en los hogares de estratos uno, dos y tres.

Aunque en esta época, pareciera que el espíritu navideño no es el mismo de otros años, los 25 de diciembre siempre demuestran que la navidad sigue viva en los cartageneros. Pues observar a los niños con sus bicicletas, patines, muñecos de acción, balones y hasta drones, sonreír es para los padres algo satisfactorio, ya que les demuestra que el esfuerzo para adquirir el llamado aguinaldo navideño, valió cada segundo y cada peso.

La tradición en barrios como La Candelaria, La Esperanza, Olaya Herrera, Villa Rosita y Camino del Medio, siempre es visto como una tregua, en medio del conflicto diario que viven estas personas que conviven con la guerra de pandillas y el microtráfico, quienes se han adueñado prácticamente de estos lugares.

Son 24 horas de paz, tranquilidad y de esperanza en medio de la lucha constante que se palpa en dichos sectores del suroriente de Cartagena. Escenas gratificantes de ver a los pequeños con el sudor corriéndoles por la frente, y no precisamente por estar robando o huyendo de la Policía, sino todo lo contrario, de jugar con sus regalos, tratando de demostrar quién es el más rápido en la bicicleta o en los patines.