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La fiesta del fútbol se aguó ayer en el departamento del Atlántico. No fue precisamente la lluvia que empezó a caer en horas de la madrugada la que entristeció a los hinchas de la Tricolor sino la derrota (2-1) de la Selección Colombia ante Japón en la ciudad de Saransk, en Rusia.

Gritos de euforia, unos rostros de angustia y otros esperanzados de que se pudiera remontar el marcador, fue lo que se vivió ayer en los municipios de Puerto Colombia y Santo Tomás, casa y local comercial de los delanteros Carlos Bacca y Luis Fernando Muriel, respectivamente. 

Los porteños madrugaron a observar el partido del onceno de José Pékerman. Llegaron con sus camisetas puestas, vuvuzelas y con banderas al barrio Norte de ese municipio en la calle 6 con carrera 4B, para apoyar a su paisano.

La cuadra del destacado jugador porteño al servicio del combinado patrio, Carlos Bacca, se convirtió en un pequeño estadio. Allí una pantalla gigante se robó la atención de las más de 100 personas que asistieron al encuentro que acompañados de un buen desayuno lograron disfrutar del juego entre ambas selecciones. 

Al minuto cinco del partido Japón marcó su primer gol y la tensión se apoderó de los hinchas. Pasados los 38 minutos se escuchó un grito de júbilo, era el gol de Juan Fernando Quintero, número 20 de la Selección, que puso a vibrar ese estadio virtual.

Desde el banquillo las personas aclamaban a Bacca y el profe Pékerman escuchó en Rusia. Al minuto 68, el goleador número 7 de la Selección, entró a la cancha de juego y causó la ovación de todo el público que lo estaba esperando.

El partido no se pudo concretar por parte de la Tricolor y los japoneses hicieron el segundo gol, dejando el marcador 2 a 1. Los porteños exaltaron la actuación de la Selección y de Carlos Bacca, están con la fe puesta en que se gane las próximas disputas ante Polonia y Senegal. 

'Estamos contentos porque le dan minutos a Carlos y eso para nosotros es un orgullo verlo jugar, lastimosamente el resultado no se dio pero nosotros salimos contentos porque entró a la cancha a aportar', manifestó Gilberto, hermano de Bacca. 

Agregó que hay que seguir confiando en los muchachos y en el profe Pékerman porque son 'unos guerreros'.