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La grave consecuencia en el corto plazo por el vendaval que arrasó 300 hectáreas de Plátano en la zona rural de Moñitos, Córdoba, es que 825 toneladas del producto dejarán de ingresar a los mercados de Cartagena y Barranquilla, incluyendo supermercados de cadena.

Las cifras las entregó el coordinador de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica y Agrícola (Umata) de ese municipio costanero, Henry Ortiz, en medio del censo que aún se puntualiza en las cerca de 20 poblaciones afectadas con el fenómeno natural de principio de semana.

De acuerdo con el funcionario cada una de las 300 hectáreas que fueron arrasadas por los vientos huracanados producen en promedio 5.5 toneladas, cuyo corte se hace cada quince días con prioridad de recolectar el plátano más robusto, al que los campesinos llaman 'de primera'. Sin embargo, la mitad del área alcanza a ser recuperado.

Del total de esa producción sólo el 20% se distribuye en los mercados de Córdoba, que también incluye almacenes de cadena.

'No hemos terminado el recorrido por las zonas afectadas que fueron muchas, para conocer la situación de cada productor, pero el daño ha sido bastante grande', relata Ortiz.

En dinero las pérdidas superan los $400 millones y los afectados son alrededor de 250 entre pequeños y medianos productores.

Además de la pérdida por dejar de comercializar se suman las pérdidas que ha implicado la producción desde la siembra, limpieza y aplicación de abono para procurar mejores rendimientos.

Para colmo de males los campesinos de la zona rural de Moñitos reclaman por el pésimo estado de las vías terciarias para transportar el producto y denuncian que durante la ausencia del alcalde titular, Álvaro Cásseres Matoza, quien enfrentó un proceso penal de un año, no hubo mejoras en la red de carreteras.