Compartir:

El miedo escalofriante y supersticioso de algunas personas sobre las lechuzas y los búhos encuentra por estos días un ‘caldo de cultivo’ ante la proximidad del Halloween o noche de las brujas (31 de octubre), al asociarlas con la muerte y la mala suerte, concepto este que se ha mantenido en la cultura y las creencias de los pueblos (ver recuadro en otros países).

El reciente suceso ocurrido en el área rural de El Banco, sur del Magdalena, donde una mujer mató a piedras a una lechuza, convencida que 'era una bruja', generó un movimiento en defensa de estas aves rapaces.

Solo la Corporación Autónoma Regional del Magdalena reportó que 29 lechuzas ingresaron en los últimos cuatro años al Centro de Valoración y Atención de Fauna, por ataques o porque eran tenidas en cautiverio por particulares.

Para Andrea Echeverry, coordinadora de la Colección Animal del Zoológico de Barranquilla, estas falsas creencias que muchas veces terminan en agresión contra las dos especies, sumada a la fragmentación de su hábitat, son los principales factores de riesgo de estas aves rapaces.

'Es muy común que la gente confunda las lechuzas con los búhos y por eso terminan atacando a estos últimos. Pero hay que dejar claro que ninguno de los dos traen mala suerte o representan peligro. Y cuando nos topamos con alguna especie de fauna silvestre, ellos están más asustados de nosotros que nosotros de ellos'.

Destaca además el aporte que estos dos animales hacen al ecosistema como controladores de ratas y ratones que sí son nocivos para la salud de los humanos.