Muchas miradas en el país están puestas en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), tras las irregularidades descubiertas el año pasado por los entes de control que destaparon en varios departamentos una gigantesca y millonaria red de corrupción.
Las administraciones adjudicaban el 85% de los contratos a dedo, o los asignaban a un único proponente, según denunció la Procuraduría General de la Nación.
La semana pasada el presidente Iván Duque anunció en la Cumbre de Gobernadores 2020-2023, en Cartagena, la puesta en funcionamiento de la Unidad Administradora Especial de Alimentación Escolar, que desde el 1o. de marzo asumirá el manejo del PAE con el objetivo principal de garantizar que no haya desvíos de los recursos para las raciones alimenticias de al menos cinco millones de niños en todo el país.
A este plan para los procesos de contratación, ejecución y puesta en marcha de los programas alimenticios en cada región de zonas urbanas y rurales, se sumó la Registraduría Nacional del Estado Civil que pondrá en marcha un plan piloto a efectos de que la entrega de raciones del PAE sea con biometría facial, y apoyo de entidades territoriales afines.
Ahora la Procuraduría General de la Nación desde mediados de año pondrá en marcha el uso de la tecnología como uno de los mecanismos para derrotar la corrupción que se roba los recursos para la entrega de alimentos de los niños de edad escolar.
En diálogo con EL HERALDO el viceprocurador, Juan Carlos Cortés, explicó que el modelo ‘PAE en línea’ apunta a que los padres y profesores sean los propios veedores del programa, para lo cual el Ministerio Público diseñará una plataforma a disposición de los usuarios que entrará en funcionamiento en julio próximo, un esquema muy parecido a la estrategia ‘Estás pillao’, puesto en práctica en las elecciones de octubre pasado.
'Estamos requiriendo a contratistas y entidades territoriales para evaluar la manera de modificar los contratos, de tal forma que adquieran la obligación de informar semanalmente la minuta de los niños', dijo.
Para Cortés la mejor arma es el celular, de tal manera que los padres a través de esta herramienta tecnológica pongan en práctica un esquema de veeduría y control en línea permanente.