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En la mañana de este lunes, a puerta cerrada y con el templo vacío, se llevó a cabo la Misa Pontifical del Santo patrono Ecce Homo en Valledupar. Desde sus casas el Caribe y Colombia siguió la homilía que presidió el padre Doriam Rocha en la icónica parroquia de La Inmaculada Concepción, en la capital del Cesar, y que fue transmitida por el canal regional Telecaribe y www.elheraldo.co.

La misa, que se da todos los lunes santos, rinde tributo a Jesús y es un momento en el que los fieles ruegan por sus milagros, agradecen y fortalecen su fe. En ciudades como Valledupar, esta ceremonia es muy representativa, ya que durante años sus habitantes han considerado al Santo como su patrono.

Con la lectura del libro del Profeta Isaías, se dio inició a la homilía en la que se resaltó el fortalecimiento de la fe y las plegarias a Dios. Posteriormente se abrió paso a los canticos.

Luego de las melodías, el padre citó el Santo Evangelio según San Juan, donde se expone la vivencia de Jesús al momento de ser juzgado por el pueblo Judío, pidiéndole a Poncio Pilato que lo castigue. « (…) Los soldados colocaron sobre Él (Jesús) una corana de espinas, la colocaron sobre su cabeza y le vistieron un manto de purpura y acercándose a él le decían 'salve rey de los judíos', le daban bofetadas. Volvió a salir Pilato y les dijo (al pueblo) 'Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en él. Aquí tenéis al hombre Ecce Homo'».

Luego de la lectura bíblica, el padre hizo un llamado a todos los ciudadanos del Caribe y de Colombia, en especial a los habitantes de la capital del Cesar, que este año por el confinamiento obligatorio no pudieron asistir a su cita con el Santo en la plaza Alfonso López, donde acostumbran a acompañar en un recorrido su imagen como muestra de fe. 'Me pongo en el lugar de aquellos que sin falta tocan los pies del Ecce Homo para entregarle los temores que habitan en su corazón'.

El sacerdote expresó su preocupación por la propagación del coronavirus, añadiendo que es un momento en donde se pone a prueba la fidelidad de los hombres para con Dios. 'Dios sabe perfectamente porqué permite tantos acontecimientos en nuestras vidas. Hoy el mundo tiene miedo'. A su vez, el sacerdote manifestó que este tipo de hechos son una señal de que por muchos años el ser humano estuvo lleno de sentimientos como la prepotencia y la soberbia.

'Naciones poderosas se han sentido impotentes frente a este virus que se expande con una agilidad impresionante en la tierra entera. Ese desierto que hoy vivimos nos está mostrando la realidad del hombre, una realidad que había esquivado. Somos pequeños y somos frágiles. Sin Dios no somos nada'.

En medio de su intervención el Padre invitó a los creyentes a pedir por los infectados de COVID-19, por el Papa Francisco y los gobernantes del país y el mundo, en el especial por el presidente de Colombia, Iván Duque.

Asimismo hizo saber a los espectadores que no tomaran la enfermedad como una amenaza, sino como una excusa para que la esperanza estuviera más fuerte que nunca. 'A través de la historia el hombre ha apartado a Dios de su vida. La consecuencia la estamos viviendo hoy (…) Es un día para mirar el mañana con esperanza. Esperamos contemplar en el cielo un arcoíris como signo del amor de Dios'.

Finalmente, el sacerdote dejo una enseñanza partiendo de la humildad de Jesús, recordando que el hijo de Dios expresó a sus discípulos que cuando se sintieran tristes o solos invocaran al creador del mundo. 'Es lo que vamos a hacer hoy, vamos a unirnos a la humanidad entera y a los enfermos por la pandemia con las palabras que el Ecce Homo nos enseñó, con la certeza de que mañana brillara el sol en las ventanas de nuestras vidas'.