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Los adultos mayores de 70 años han sido los que más tiempo han permanecido aislados para prevenir que se contagien de COVID-19, ha explicado varias veces el presidente Iván Duque.

Sin embargo, la semana pasada un fallo de tutela ordenó al Gobierno nacional autorizar la salida de esta población, una de las más afectadas por el coronavirus, a disfrutar de actividades recreodeportivas por dos horas diarias.

'Mientras avanzamos con la apelación, por favor, cuídense, estén en casa, protéjanse para proteger a los demás', ha sido el llamado del mandatario.

En cumplimiento de las normas cada ciudad expidió un decreto autorizando un máximo de dos horas para que puedan ejercitarse en parques, espacio público o a orillas de la playa, como es el caso de Cartagena.

Una de las primeras en celebrar la decisión fue la barranquillera Katherine Stevenson, de 70 años. Dice que prefiere las 6 a.m. para empezar a caminar por el parque, o las 5 de la tarde cuando el sol ha bajado.

'Soy alegre, me gusta ir a La Troja, a La Estación, pasear en moto, en carro de mula o donde me monte', afirma de manera jocosa esta vecina del barrio La Victoria. 

Madre de cuatro hijos y abuela de diez nietos, cuenta que para no caer en la rutina en el aislamiento comenzó a tejer y a fabricar tapabocas lavables, antifaces y forros para las cajas de las motos que hacen mensajería.

 A propósito de la llamada 'rebelión de las canas', EL HERALDO entrevistó a siete ciudadanos de este segmento de la población para que narren cómo han vivido el largo aislamiento.