La violencia en Colombia ha seguido su curso, manteniendo por 23 años una posición relevante, con una de las mayores tasas de homicidios en Latinoamérica y el Caribe. Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), entre el 70% y 80% de estos asesinatos se ha realizado empleando armas de fuego.
Por cada 100 mil habitantes en el país, 18 homicidios se realizaron con armas de fuego en 2019, según detalla el informe ‘Colombia: un gran mercado de armas sin incentivos para reducirlo’. La cifra supera a países como Estados Unidos (con una tasa de 4,5) y México (con 16,5).
Pero el homicidio no es el único delito, la gama de crímenes que se cometieron entre el 1 de enero y 31 de diciembre de 2019 abarcan 80.099 casos en los que las armas fueron utilizadas de manera ilegal. (Ver tabla)
No siempre la muerte es la única utilidad de estas. Por ello, según detalla la FIP, las armas no letales (las de aire y fogueo) son las que más se importan en el país. ¿Quién las compra?, ¿para qué? y ¿cómo entran al país?