La amenaza está latente. El mar entre los kilómetros 18 y 19 dela vía Barranquilla - Ciénaga se torna peligroso y vuelve a generar temor entre los usuarios de la carretera.
El hecho de que el mar se asome sobre el asfalto llevó a la Ruta del Sol II –en su condición de concesionaria de la vía– a gastar unos $200 millones en obras de emergencia, consistentes en la colocación de más rocas para contener el ímpetu del agua.
Son aproximadamente 1.500 metros cúbicos de piedras los que se instalan, para lo cual se requieren 110 viajes para la obtención de este material que es adquirido en el municipio de Ciénaga.
Fabián Saumeth Pacheco, director de obras de la Concesión, aclaró que lo que se está haciendo es proteger el talud de la vía, pero no el embate de las olas.