En abril pasado, cuando los enfrentamientos entre grupos armados en la Sierra Nevada habían provocado el desplazamiento de decenas de familias, que residen en las veredas La Secreta y La Unión, hacia Ciénaga (Magdalena), las autoridades civiles y militares tenían los ojos puestos en la escalada de violencia que se vivía en esa zona de la región.
En ese momento, un equipo de EL HERALDO se trasladó a la zona para documentar lo que ahí ocurría.
En su intento por adentrarse en el territorio, el vehículo de prensa se acercó a un grupo de jóvenes que estaba en las afueras de una aparente cooperativa campesina. Estando en ese lugar, los periodistas se percataron de la incomodidad de los hombres, quienes les advirtieron de no seguir el recorrido, pues el área 'tenía difícil acceso'.
'Llegamos en el carro y ellos se pusieron en alerta y miraban para todos lados. Me les acerqué para pedirles información sobre la ruta y continuar con nuestro camino, pero ellos mostraron negativa para que el equipo llegara a La Secreta. Pasado unos segundos, una camioneta salió y un hombre descendió de ella, habló con los jóvenes y después se subió nuevamente al vehículo y salió rápidamente del lugar', contó uno de los periodistas.
Minutos después, la camioneta interceptó el carro en el que iba el equipo periodístico y bajó uno de los vidrios. 'El hombre que había hablado con los jóvenes ahora nos preguntaba desde el camioneta quiénes éramos'.
'Yo me identifiqué como prensa y le dije que queríamos hacer un registro fotográfico de la zona, a lo que el hombre nos insistió en que el territorio estaba caliente, incluso para él que era un líder social', señaló el periodista, quien agregó que el 'líder' no se identificó y manifestó tener prisa porque había recibido unas amenazas relacionadas con su trabajo en el territorio.