En medio de la alerta que se ha generado por la llegada del fenómeno de La Niña al país, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres reiteró que el actual contratista tiene la obligación de cerrar el boquete en el sector de Cara ‘e gato, en la Mojana.
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“Hay una realidad contractual. Existe una imposibilidad legal para hacer un nuevo contrato, porque incurriría en un detrimento patrimonial. Ahí ya se invirtieron unos recursos del Estado y el contratista tiene que cumplir”, expuso Carlos Carillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), durante un debate que se llevó a cabo este martes en la Comisión Sexta del Senado.
El funcionario aseguró que el Estado cuenta con todas las capacidades para “evitar extorsiones” por parte del contratista: “Si hay que multar, vamos a multar. Si debemos declarar el incumplimiento, se declara. No vamos a permitir que por un tire y afloje entre los inversionistas y contratistas, con un perverso récord”.
Hizo un nuevo llamado al contratista para avanzar en tal sentido, a la vez que informó un cierre de 20 metros y la instalación de unos geotextiles en la parte superficial: “Una vez cerrado debemos pensar en una solución definitiva para ese punto”.
Asimismo reiteró que no se harán adiciones al actual contrato y desmintió que no se harán nuevas inversiones para Cara ‘e gato y la zona de la Mojana, “donde el Gobierno está haciendo inversiones que no se han hecho antes”.
Recalcó que La Mojana se consolida como una “llanura de inundación” que amortigua las crecientes de los ríos Cauca, San Jorge, Nechí y Magdalena. Además, expuso que la topografía de la zona conlleva a que el drenaje natural es desde el río Cauca hacia el río San Jorge y el complejo de las ciénagas.
Dijo que la construcción de diques y cierre de caños ha impedido la conexión natural del río Cauca con esta llanura de inundación.
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“Este es un ecosistema hídrico muy complejo, que va más allá de ese punto que se ha vuelto tan famoso que es Cara ‘e gato. Hay una preocupación inmensa porque, al menos, 42 sitios de rompimiento han sido identificados”, reveló el funcionario.
Puso de presente que es una situación “repetitiva” y que en años anteriores se han atendido emergencias en los sectores de Santa Anita, Seheve y Nuevo Mundo. En ese sentido, recalcó que “las personas que sufren son los campesinos y los pequeños productores”.
