Diomedes Díaz, el ‘cantor campesino’, alcanzó a amasar una inmensa fortuna representada en fincas, casas, apartamentos, vehículos, ganado y hasta caballos de paso fino, sin incluir los millonarios ingresos que obtuvo por las regalías de su exitosa carrera musical.
Donaldo Mendoza, administrador de la finca Las Nubes, quien trabajó para Diomedes durante los últimos 19 años, recuerda que su patrón alcanzó a tener cuatro haciendas: La Virgen del Carmen, Los Tunales, Buenos Aires y Carrizal, en jurisdicción de La Junta, La Guajira, con más de 1.300 hectáreas de tierra, 1.000 cabezas de ganado, maquinaria y cultivos.
Dijo que comenzó a trabajar con el Cacique en 1996 en la región de Veracruz, donde le conoció todas esas propiedades. En 2005 llegó a la finca Las Nubes, pero para esa época solo le quedaba Carrizal y unas 300 reses, lo demás lo fue vendiendo.
La suerte de otros predios
Actualmente la hacienda Las Nubes, ubicada en el corregimiento Badillo, al norte de Valledupar está en disputa entre sus hijos y su exmánager José Zequeda. También es reclamada en un proceso de restitución de tierras por familiares del primer dueño, Beltrán Hinojosa, desplazados por los paramilitares.
'Empecé a trabajar con el Cacique como tractorista, después como su conductor en las fincas y luego me trajo a Las Nubes para que la administrara, a mí quien me pagaba era él, no conozco otro patrón', afirmó.
Con una sentencia del Juzgado Primero de Familia de Valledupar, Betsy Liliana González, ex compañera sentimental de Diomedes, reclamó como única dueña la casa del barrio Los Ángeles en esta capital, donde vivió el cantante junto con su última pareja Luz Consuelo Martínez hasta el día de su muerte.
Bajo el radicado 288 de 2010, Betsy Liliana inició un proceso luego de su separación con Diomedes para levantar la afectación familiar que había inscrito a favor del artista y recuperar totalmente la vivienda que adquirió estando con él, mediante escritura pública 1910 del 12 de junio de 1996 ante la Notaría Primera de Valledupar.
El apoderado de la mujer en este caso, el abogado José Luis Castro, explicó que para la época, Diomedes tenía la sociedad conyugal vigente con Patricia Acosta, a pesar de haberse separado años atrás. Por este motivo, los bienes se los escrituraba a Betsy Liliana, entre ellos la casa en cuestión y dos fincas.
'Mi cliente adquirió la propiedad en la transversal 13 No 6 A-35 en esta ciudad por medio de escritura debidamente inscrita en la oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Valledupar. Sobre el inmueble, la propietaria constituyó afectación familiar a favor de Diomedes Díaz Maestre, a través de la escritura pública 1819 del 2 de diciembre de 2002 ante la Notaría Segunda, como compañero permanente en ese momento', sostuvo José Luis Castro.
En 2004, el cantante liquida la sociedad conyugal con Patricia Acosta, y entonces adquiere otra vivienda en Barranquilla, por un valor de 1.200 millones de pesos, que entró a hacer parte del patrimonio de la nueva pareja, que después de separarse, Diomedes y Betsy, la vendieron. La venta la dividieron con el 50 por ciento para cada uno.
Cuando ellos se separaron, Diomedes demandó civilmente para liquidar la sociedad de hecho con Betsy Liliana González, con la pretensión de recuperar la casa de Los Ángeles y parte de la plata de las fincas que ella había vendido, pero la justicia la favoreció, con base en los documentos que la acreditaban como propietaria del bien adquirido con anterioridad.
BUSCAN BIENES
El abogado Álvaro Morón Cuello, quien está al frente de la sucesión de la herencia de Diomedes, señaló que están en la búsqueda de otros bienes materiales. 'Hemos husmeado, siendo como unos ratones tratando de reconstruir buena parte del inventario que sus hijos ignoraban', dijo.
Precisó que 'ya casi tenemos definidas unas cosas importantes que hemos auscultado y dialogado con personas que tienen algunos bienes en cabeza de ellas y que obviamente en esos diálogos habíamos anunciado la mejor intención en reintegrarlos al patrimonio de sus herederos que son los que han sucedido y suceden procesalmente y legalmente al señor Diomedes Díaz'.
Morón reconoció que Diomedes no dejó propiedades a su nombre, sino en la titularidad de terceros. No obstante, no entregó detalles para no entorpecer el proceso, sobre los bienes que estarían siendo ubicados para entrar en el patrimonio del Cacique de La Junta.
LA ÚLTIMA VEZ EN ‘LAS NUBES’
El 17 de diciembre de 2013, cinco días antes de morir, Diomedes visitó por última vez la finca Las Nubes. Llegó en una camioneta con su compañera sentimental, Luz Consuelo Martínez, y sus hijas menores.
'Lo noté cansado, se sentó debajo de un árbol, me pidió comida y luego caminó agarrado de un brazo por mí y del otro por su mujer. Me preguntó si había escuchado su último disco, La vida del artista, y lo mandó a repetir cuatro veces', relató Mendoza.
Durante su estancia en el lugar mandó a llenar una parte de la piscina para que se bañaran las niñas. Según recuerda el administrador, sería la única vez que la utilizó. 'Esa fue una inversión grande que hizo Diomedes, mandó a construir esa piscina y prácticamente no la usó', señaló.
'Después de la corta visita a la finca, a la que siempre llegaba como el dueño que era, me dio un abrazo, se subió a la camioneta y se fue. Pensé: Diomedes está como raro, pero se despidió y solo lo volví a ver cuando lo llevaron a la clínica el día que se murió', indicó su fiel trabajador.
Cuando llegaba a Las Nubes, era como si el Cacique de La Junta estuviera en el paraíso. 'Era feliz, venía a descansar y comía sus platos preferidos: chivo, cerdo guisado, arroz de fideo y queso', manifestó Luisa Mejía, la encargada de los quehaceres domésticos en la finca.
'Aquí tenía su habitación, con su cama, un buen televisor, un DVD, su abanico y un aire acondicionado, uno entraba ahí y no parecía que estuviera en el monte', señaló la mujer.
'Áquí era libre'
Donaldo Mendoza dice que 'aquí el Cacique era libre, se alejaba de todo, a veces se montaba en un tractor y recorría la finca, compartía con nosotros y era muy bondadoso. Ahora llegaron otras personas y nos quieren sacar'.
Hoy, 15 meses después de la muerte de Diomedes, la finca se nota deteriorada. El techo de la casa principal se está cayendo a pedazos, la moderna piscina que mandó a construir luce abandonada y sin terminar; solo quedan 14 reses, el tractor se lo llevaron, y en ella quedan tres trabajadores: Donaldo, su esposa y Luisa, quien aún hace los oficios. 'Muerto el Cacique, son sus hijos los que siguieron pagándonos, para nosotros ellos ahora son los verdaderos dueños', precisó.
Si la vida fuera estable todo el tiempo, yo no bebería ni malgastaría la plata, cantaba Diomedes en la pegajosa canción de Calixto Ochoa, letra que no dista mucho de la situación que hoy viven los herederos del Cacique de La Junta. De la incuantificable fortuna del artista hoy solo queda la herencia su obra musical. Además de la deuda de 1.200 millones con la casa disquera Sony Music por concepto de anticipos y préstamos. Y las demandas laborales y familiares que enfrentó y que en parte le produjeron el embargo de sus regalías.
José Zequeda recientemente reveló que 'Diomedes estaba obligado a trabajar porque tenía muchas deudas. Él se desgastó económicamente con las separaciones de sus mujeres, sus enfermedades y las demandas. No era adinerado y había días en que le tocaba salir a buscar prestado y poco a poco fue vendiendo sus propiedades'.