Compartir:

Cacique James reapareció y emulando el suceso de 22 días atrás, volvió a arrojar plata desde el balcón de un apartamento en El Rodadero. Hoy, como ayer, el caos y el desorden se apoderó de un sector de la carrera primera del balneario.

A diferencia de aquella mañana del 30 de julio pasado, en esta reciente, la de la tarde del martes, James Tovar no regaló mucha plata, sino – como dijo un vendedor informal- 'un puñito'.

EL HERALDO supo que fueron aproximadamente 500 o 600 mil pesos los que ‘Cacique’ arrojó desde el piso quinto del edificio Palanoa, el mismo de la vez anterior.

El excéntrico y original personaje se hallaba en El Rodadero desde hacía 6 días, tiempo durante el cual se la pasó bebiendo y parrandeando con sus amigos, es decir, los alquiladores de sillas, los lancheros y vendedores informales del balneario.

Como de costumbre los ‘ligó’ a todos. 'A unos nos dio más plata que a otros’, dijo uno de los beneficiados que pidió reserva de identidad.

Dicen que estaba en la playa y de repente se trepó al apartamento para arrojar plata. ‘No fue tan revolucionario como la vez pasada, pero causó desorden otra vez', dijo un testigo del hecho.

Quienes protestaron fueron los dueños de algunos locales comerciales aledaños al edificio Palanoa, pues la gente en el ‘coge coge’ de plata se trepó a los tejados para alcanzar los billetes que no lograron caer al piso.

Medidas. Esta situación repetitiva de James Tovar tiene preocupada a las autoridades civiles y de policía de Santa Marta, pues cada vez que realiza actos así genera caos y traumas en El Rodadero.

‘Cacique’, apodado así porque es seguidor del cantautor vallenato Diomedes Díaz, se está convirtiendo para las autoridades en un problema de orden público.

El secretario de gobierno de la alcaldía de Santa Marta, Carlos Pallares, manifestó que hay que tomar los correctivos del caso para evitar que se sigan dando hechos de tal naturaleza. 'Cada vez que este señor se embriaga asume lo que he llamado el prototipo de la parafernalia mafiosa', anotó.

Indicó el funcionario que conjuntamente con el coronel Fredy Tibaduiza, comandante de la policía metropolitana de Santa Marta, analizará la situación para tomar una decisión policiva drástica.

Este personaje es oriundo de El Espinal, Tolima, es hijo de un empresario del arroz y su hobby es regalar plata. Dicen que ayer dejó la ciudad.

Por Agustín Iguarán G