Pese a que muchos líderes y miembros de las extintas autodefensas en reiteradas ocasiones han querido minimizar la barbarie que durante cerca de un década se vivió en el corregimiento Libertad, en San Onofre, Sucre; la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas ratifica que se vieron hechos dolorosos de los que algunas personas muy difícilmente se podrán recuperar.
Adalberto Menco Puerta, director de la Unidad en Sucre, afirmó que el 89 por ciento de las mujeres fueron víctimas de delitos sexuales por parte de los paramilitares.
Actualmente la Unidad contrató dos psicólogas más que se encargarán del acompañamiento psicosocial a las víctimas de delitos sexuales. Estas se desplazarán a todos los lugares en los que se haya caracterizado este tipo de violencia.
Menco enfatizó que en un principio solo denunciaban delitos como homicidio y desplazamiento forzado, pero, afortunadamente, muchas comunidades están hablando sobre abusos y violaciones.
Los delitos sexuales son denunciados principalmente en los municipios de los Montes de María, La Mojana y San Onofre.
'Se ha tenido conocimiento de casos desagradables, sobre todo en Libertad, y en el casco urbano de San Onofre, donde los grupos que estuvieron asentados actuaron de manera aberrante contra niñas, adolescentes y mujeres.
Prácticamente a Libertad hay que repararlo colectivamente por estos casos de violaciones sexuales de la población femenina', dijo el director.
Sostuvo que algunas víctimas salieron de la zona y regresaron sin acompañamiento, pero el Estado les está brindando ayuda; y otras se quedaron y también están siendo tratadas por personal especializado.
Los daños que padecieron estas personas no solo fueron psicológicos, sino también físicos y, según Menco, en algunos casos considera que no se podrán reponer del rastro de la guerra.
Personas de la comunidad en su momento denunciaron que las mujeres, especialmente las adolescentes, eran llevadas a la fuerza a los campamentos donde permanecían los jefes paramilitares quienes después de muchos maltratos las violaban.
De esto tenían conocimiento las madres de las menores, quienes debían guardar silencio porque de lo contrario todos los miembros de su familia serían asesinados, según les hacían saber los miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Marco Tulio Pérez Guzmán, alias el Oso, miembro del bloque Héroes de los Montes de María, de las AUC, que operaba en esta zona, en diálogo telefónico con este medio reconoció que sí se presentaron hechos de violencia de género, pero no como muchas de las víctimas lo relatan hoy.
Por Laura Toscano Monterroza