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Cuando uno habla de los reinados de belleza en un país como el nuestro es casi inevitable pensar en ellos sin sentir una dosis de nostalgia que desempolva ciertas remembranzas: la familia reunida en la sala, el chocolate caliente, el televisor pequeño y las apuestas por quién se alzaría con la corona.

Hoy, a pesar de que la realidad es un poco distinta y aunque el tema de los certámenes sigue siendo complejo y genera ciertas discrepancias en cuanto a su realización -aquí no entraremos a debatir eso-, es innegable que aquellas aspirantes encuentran en ellas una plataforma que logra impulsar sus carreras y por muy trillado que suene, así es.

Pero ellas no son las únicas que se benefician de este tipo de espacios, los diseñadores que hacen los ajuares de estas reinas también reconocen que es una ventana para dar a conocer sus trabajos.

Cuando el Concurso Nacional de Belleza fue transmitido por primera vez en televisión nacional en 1969, el certamen, que ya de por sí generaba gran expectativa, logró difundir a través de la pantalla los modelos de vestidos que se lucían en las galas. Fue uno de los acontecimientos que logró la masificación de las modas en el país y desde entonces, los vestidos y sus diseños se han convertido en un gran atractivo para los espectadores.

A través de estos concursos se han hecho grandes algunos nombres como los de Alfredo Barraza, Hernán Zajar, Andrés Otalora y Amalín de Hazbún, pero una nueva camada de creativos está naciendo.

El diseñador de modas Julio González, quien se ha convertido en uno de los favoritos de las candidatas, dice que 'los certámenes de belleza han sido de gran importancia en el desarrollo' de su carrera ya que le ha permitido proyectar su creatividad y tener presencia de sus creaciones 'no solo a nivel nacional, sino también en escenarios internacionales'.

También agregó que lo que más le apasiona de poder diseñar para las aspirantes 'es poder escuchar claramente que es lo que quieren proyectar y cómo se quieren sentir con el vestido que sueñan'.

Reconociendo el cuantioso talento que hay en el país, estos encuentros también han creado semilleros para aquellos nuevos exponentes que buscan abrirse campo en la industria de la moda.

En la última edición de Miss Universe Colombia, certamen en donde se escoge a la candidata nacional que participará en Miss Universo, se realizó un concurso en el cual 24 jóvenes diseñadores debían crear, para cada candidata, un vestido que representara la cultura y la historia colombiana.

La ganadora de esta dinámica fue Melissa Ruiz Zirene, una joven momposina que, además del reconocimiento, recibió una beca para seguir afianzando sus estudios en el Instituto Marangoni de Milán, una de las escuelas más prestigiosas en el rubro de la moda.

'Ganar una beca en el Istituto Marangoni es el sueño de todo diseñador, sueño que a mí se me hizo realidad gracias a la oportunidad que nos dio Miss Universe Colombia. Competir con personas tan talentosas y con tanta experiencia y trayectoria y aun así sobresalir, me hizo creer más en mí y darme cuenta de todo lo que puedo lograr', dijo Ruiz Zirene.

Arraigados a nuestra cultura, los reinados de belleza, ahora con un nuevo enfoque más afines a nuestros tiempos, siguen despertando interés de parte de los creativos que buscan exponer su creatividad ante una amplia audiencia.