Cuando se piensa en islas, a la mente viene un lugar paradisiaco, de aguas azules, con palmeras y un apacible sol. Y es que por lo general así son, pero también existen excepciones hay algunas gélidas y otras inhóspitas por lo lejos que están de tierra firme.
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Pero también hay algunas peligrosas o con paso restringido para, por ejemplo, preservar la flora y fauna del lugar. Pero hay una en particular que no es recomendada ni que se visite de lejos, por lo hostil que puede resultar.
Y es peligrosa para las personas, no por una serpiente venenosa o por un árbol con un fluido letal, no. Es por los habitantes que allí viven: es la isla Sentinel del Norte, ubicada en el archipiélago de las Islas Andamán en la Bahía de Bengala, India.
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La Sentinel del Norte se extiende por 72 kilómetros cuadrados y está habitada por una tribu indígena no contactada que ha rechazado cualquier contacto con la civilización por miles de años.
Son conocidos como los Sentinelese y son cazadores-recolectores que viven de la pesca, la caza y la recolección de frutas y verduras en su isla a la que no se recomienda ingresar y ni siquiera acercarse a sus costas por los hostiles que pueden llegar a ser sus pobladores.
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Esta tribu es una de las últimas sociedades cazadoras-recolectoras que quedan en el mundo y ha mantenido su estilo de vida tradicional, evitando cualquier forma de contacto con el mundo exterior.
Han llegado a asesinar a personas que se acercan a su isla. En 2006 la tribu mató a punta de flechas a un grupo de pescadores indios mientras pescaban cerca de su territorio.
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Por estas acciones, el gobierno indio ha tomado medidas para restringir el paso de visitantes a cinco kilómetros a la redonda para evitar muertes tanto de los curiosos como de la misma comunidad nativa ya que se cree que no son inmunes a enfermedades comunes como la gripa que podría ser devastadora para ellos.
