El entrenamiento basado en suspensión tiene como objetivo trabajar todo el cuerpo con el mismo peso corporal en diferentes ángulos y vectores de fuerza que le permiten al practicante mejorar el tono muscular y desarrollar fuerza y resistencia. Según Jonathan Ahumada, técnico en acondicionamiento físico, esta actividad también trae consigo otros beneficios.
'Ayuda a mejorar la postura, a fortalecer todos los músculos estabilizadores del cuerpo que son los glúteos, el abdomen y la espalda'.
Una sesión de TRX puede durar entre 45 a 55 minutos, según sea su intensidad, pero antes de esto se recomienda realizar un calentamiento previo de cinco a diez minutos para que el cuerpo entre en calor, active los muslos y las articulaciones puedan estar listas para realizar los movimientos adecuadamente. Esto, además, evita cualquier tipo de lesión.
En el calentamiento se pueden realizar ejercicios como: sentadillas, remos, planchas y tijeras.
En el desarrollo del entrenamiento podrá realizar distintos ejercicios que le ayudarán a trabajar todo su cuerpo. Puede tener sesiones de forma general o de una parte específica, ya sea del tren superior o inferior, según sea su elección. Entre los ejercicios más comunes se encuentran: tijeras cruzadas, enfocada en el trabajo del glúteo, los femorales y los cuádriceps. Las sentadillas con elevación de rodilla, que tienen como objetivo aumentar el gasto calórico y fortalecer los flexores de la cadera.
Entre los ejercicios para el tren superior se pueden encontrar flexiones de codo para tríceps, de espalda al punto de anclaje con el tronco inclinado, teniendo en cuenta que entre más atrás estén los pies, más intenso será el ejercicio. También encontramos flexiones de codo para pecho que trabaja los músculos del abdomen como si se estuviese haciendo una plancha generando movimientos con los brazos.
El entrenamiento basado en la suspensión (TRX) puede realizarse todos los días gracias a que tiene diferentes variables de entrenamiento y no solo ejercicios de fuerza; estos pueden ser combinados con cardio o ejercicios de alta intensidad, permitiendo variar los sistemas de entrenamiento.
El TRX es un entrenamiento de fácil acceso para practicar, solo es necesario tener la banda de suspensión, que debe ser anclada a una pared o a un punto que le pueda brindar la seguridad adecuada, pues al momento de soltarse su cuerpo solo depende de ella y podría causar graves lesiones.
'La banda de suspensión está diseñada para soportar 120 kilos, teniendo en cuenta que cuando se trabaja en ella no se carga el 100% del cuerpo de esta manera las personas que tengan sobrepeso pueden usarla como una buena herramienta para entrenar', explica Jonathan.
Para realizar este tipo de ejercicios Jonathan recomienda usar ropa cómoda que le permita tener la elasticidad necesaria para cada ejercicio, además aconseja acompañar la práctica de una buena alimentación para así tener un equilibrio y ver los resultados esperados en un periodo corto de tiempo.
El TRX —según Jonathan— no tiene contraindicaciones físicas, pero se debe tener clara la condición de salud. 'Hay que tener en cuenta si existe alguna patología o alguna lesión previa al entrenamiento porque se trabaja con el propio peso corporal, lo que permite establecer la biblioteca de ejercicios a realizar'.
Milena Zapata empezó a practicar esta técnica hace 10 años y aunque la suspendió, volvió a retomarla hace seis meses asegurando que le ha ayudado a 'tonificar y a moldear su cuerpo', además de 'corregirle su postura y reducir medidas'.
El entrenamiento basado en suspensión es adaptable, cuenta con rutinas para principiantes, intermedio y experto. Es totalmente un reto a la fuerza, a la estabilidad y a la coordinación de quien lo practica.