Cuando éramos niños considerábamos el salto de cuerda como un juego sin ser realmente conscientes de todos los beneficios que este traía a nuestro cuerpo. Ahora, de adultos, lo practicamos para mejorar nuestra condición física y mental. Esta actividad ha estado presente a lo largo de nuestra vida y ahora, tras el encierro por la pandemia, se volvió tendencia.
Al ser un ejercicio que se puede practicar en cualquier lugar con una cantidad mediana de espacio, hasta la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaron su práctica durante las cuarentenas. La atleta fitness Cindy Brochado fue una de las personas que incluyó esta actividad física en su rutina con el fin de mejorar su estado físico para las competencias.
Cindy empezó hace tres meses y explica que desde entonces su resistencia cardiopulmonar mejoró, al igual que su coordinación. 'Me he sentido muy bien. Me ha ayudado a tener mayor resistencia a la hora de hacer mis entrenamientos y a tonificar y fortalecer mis músculos', agrega.
Para esta edición de Revista Miércoles ella, guiada por el entrenador personal y licenciado en Cultura Física Yezid Guzmán, realizó una clase básica para aprender a saltar la cuerda, en la que se mostró la correcta realización de los ejercicios y posición del cuerpo.
Al ser un trabajo que genera impactos articulares, empezaron con un calentamiento y estiramiento previo tanto del tren inferior como el superior, con el fin de evitar lesiones durante los saltos. Allí trabajaron desde los pies, las piernas, hasta llegar a los hombros ejercitando antes las muñecas y los codos.