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Corría el minuto 21 del segundo tiempo en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Partido cerrado, Junior igualaba 1-1 ante el Deportivo Independiente Medellín, por la fecha 15 de la Liga Postobón, y a esa altura del juego volvía a ceder puntos en condición de local.

Vladimir Hernández, una de las figuras del juego, recibe un pase al borde del área, se inventa un doble enganche para dejar en el camino a dos defensores, pero es derribado cuando recién ingresa al área. Penal claro que sanciona el árbitro Luis Sánchez, del Valle, y celebración adelantada de los hinchas rojiblancos.

Carlos Bacca tiene en su pierna derecha la posibilidad de darle la ventaja al cuadro barranquillero. El goleador porteño agarra la pelota en medio de la incertidumbre de la hinchada, la coloca en el punto penal, mira a los ojos al arquero Breiner Castillo, como queriendo hipnotizarlo, toma impulso y sale en busca del anhelado gol.

En el transcurso del impulso que toma el jugador, hasta el momento que golpea la pelota, transcurrieron milésimas de segundos que se vivieron en medio de un silencio sepulcral.

Bacca pica la pelota con esa rebeldía que lo caracteriza, y el esférico se eleva medianamente ante la impotencia del arquero del Medellín, que a esa hora, ya había escogido el palo de su mano izquierda para arrojarse. El balón se duerme en el aire y entra lentamente por el centro del arco. Castillo, haciendo un esfuerzo para evitar la humillación, intenta voltearse, pero muy tarde, la hazaña ya estaba hecha. Bacca convertía en el Metro un penal al estilo Panenka.

La afición celebró a rabiar el gol, pero por dentro, querían matar al jugador. Fue un acto irresponsable, pero valiente. Una acción rebelde, que pocos jugadores realizan por temor a equivocarse. Solo las personas con personalidad tienen las agallas para realizarla. El miércoles el porteño demostró que personalidad es lo que le sobra.

¿Qué es un penalti al estilo Panenka? Es una forma de ejecución de un tiro penal, que consiste en dar una patada suave al balón por su cara inferior, intentando hacer que entre por el centro de la portería, mediante una vaselina, engañando al arquero que comúnmente escoge uno de los palos para tirarse.

Otros intentos

En el mundo pocos jugadores los han realizado: Zidane, Abreu, Henry, Riquelme, Neymar, Casquero. Muchos han fallado en el intento, generando críticas destructivas, otros se han vuelto famosos por la serenidad con la que lo realizan.

Un experto, el uruguayo Sebastián Abreu. El Loco, como también es llamado, no conoce la palabra responsabilidad y por eso le da igual hacer este tipo de cobros en un partido amistoso, en una Copa América o en un Mundial. Muy recordado el episodio que protagonizó en la liga brasileña de fútbol. Se jugaba el encuentro entre Botafogo, su equipo, y el Fluminense. Abreu tenía la oportunidad de empatar el marcador mediante un penalti pero el portero del Flu sabía que picaría el balón mediante una vaselina por lo cual se quedó parado en el centro del arco y detuvo el penal, minutos después el Botafogo empataría y tendría otro penalti a su favor, Abreu decidió volver a patear y nuevamente disparó una vaselina aunque en este caso el portero se tiró a una punta y el balón entró, Botafogo ganó ese partido 3 a 1.

Zidane decidió hacerlo, nada más y nada menos que en la final del Mundial de Alemania 2006. Francia comenzó ganándole el partido a Italia con aquel famoso tanto. Zizou cobró el penal, la vaselina se elevó tanto que alcanzó a besar el travesaño e ingresó ante la mirada del arquero Gianluigi Buffon.

Entre los que fallaron se encuentra la estrella mediática del Brasil, Neymar. Fue en un clásico entre el Santos y el Flamengo. El jugador picó la pelota, con tan mala suerte que el arquero se quedó estático y la recibió tranquilamente entre sus brazos.

Igual le pasó a Javier Casquero. El volante del Getafe intentó marcar un penalti de esta forma, siendo detenido el balón por el arquero Íker Casillas, portero del Real Madrid. De este intento, el propio Panenka comentó que era “tal vez, el peor penalti a lo Panenka que él había visto a un profesional”.

En Colombia

En Colombia la moda la impuso el delantero Víctor Aristizábal. El artillero verdolaga realizó el tiro varias veces en la Liga local y también lo ejecutó en el estadio Metropolitano, en la Copa América que organizó nuestro país.

Otros que han marcado de esa manera han sido el barranquillero Arnulfo Valentierra, Jairo El Viejo Patiño, Wilder Medina y Mayer Candelo. Todos jugadores de buen pie.

El caso más recordado, entre los que han fallado en el intento, es el de Javier Araújo. La Equidad definí el título de la Liga Postobón ante Atlético Nacional. La serie se fue a la definición desde el punto penal. En están tanda, Gastón Pezzuti, portero del equipo Verde de la Montaña, se convirtió en gran figura al atajarle tres penaltis a La Equidad. El último y decisivo se lo paró a Araújo, quien decidió evocar el ‘estilo Panenka’, pero le pegó tan mal que el arquero argentino tuvo tiempo de corregir su trayectoria para detener el disparo.

Carlos Bacca, ese jugador extrovertido que no se cansa de anotar goles en el fútbol colombiano, agregó a su galería de tantos uno al estilo Panenka. Ahora no faltará el que lo llame Carlos Panenka Bacca.

La historia del cobro

Este estilo de cobro fue usado por primera vez por Antonín Panenka en la Eurocopa de 1976, durante la tanda de penaltis, tras el empate a dos goles, después de la prórroga en la final entre las selecciones de Checoslovaquia y Alemania Federal.

Empezó lanzando Checoslovaquia y, después de cuatro lanzamientos de ambos equipos, ganaba 4-3, debido a que Ulrich Hoeneb, jugador alemán, falló el cuarto penalti. Se dispuso a lanzar Panenka. Cuando el jugador checoslovaco fue a golpear el balón, se dio cuenta de que el portero se estaba lanzando hacia el lado que tenía pensado disparar.

Panenka golpeó con la punta de la bota la parte inferior de la pelota, introduciendo el balón por el medio de la portería con una vaselina, dándole el título a su selección en la Eurocopa.

Así el tiro quedó bautizado con su nombre.

Por William González Badillo
Twitter: @wigoSports