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Empatando esta noche frente al Once Caldas a lo largo de los 90 minutos, o definiendo a su favor desde el punto penalti en caso de perder por un gol, el Junior de Barranquilla vería caer su séptima estrella sobre el Palogrande de Manizales.

Desde los tiempos remotos el número siete representa perfección, esa misma que ha demostrado Junior en su actitud ganadora e inquebrantable durante los retos recientes de la Liga Postobón II.
A la disposición mental para remontar marcadores y meter las piernas en cualquier acción, más allá de que estas puedan romperse en dos, se debe agregar concentración y rigor táctico.

“Así vamos a trabajar para llegar al título”, manifestó hace un par de mañanas el técnico Cheché Hernández, tras terminar un pocillo de café y contemplar el movimiento de los árboles cercanos.

Hermetismo. Aunque Junior ganó 3-2 el domingo anterior en el estadio Metropolitano el primer duelo correspondiente a la final de la Liga, varias preocupaciones quedaron en el grupo. Luis Narváez, volante de marca con gran rendimiento en las fechas recientes sufrió un esguince de segundo grado en su tobillo izquierdo. Hasta el momento, ninguna voz oficial lo ha descartado o confirmado para actuar en suelo caldense. El cuerpo técnico ha visto el hermetismo como un factor favorable.

El que sí está descartado desde el lunes es el samario Jossymar Gómez. La pareja de recuperación la conformarían entonces José Amaya y Luis Narváez, quien dijo que jugaría infiltrado (bajo el efecto de un medicamento). Otra opción que surge es el paso de Braynner García a la zona de volantes, pues su lugar en la defensa lo ocuparía Anselmo De Almeida, quien está concentrado tras padecer una lesión muscular. En las otras líneas no se vislumbran cambios, hecho que aumenta la seguridad de los tiburones.

El esperado compromiso que iniciará a las 7:00 de la noche representa una gigantesca ilusión para miles. Junior no es un equipo de fútbol, sino una manera de ser, como alguna vez lo definió el célebre periodista y escritor Juan Gossaín. Así, la séptima estrella juniorista le daría más luz al Caribe. Esta noche, veintidós piernas correrán por dicha gloria.

Junior arribó a la capital manizalita, a las 10 de la mañana, por tierra, después de tomar un vuelo chárter entre Barranquilla y Pereira.

Por Wilhelm Garavito M.