De madrugada y contagiados por la emoción de sus hinchas festejaron los jugadores del Junior la consecución de la séptima estrella.
Después de 1 de la mañana, en un vuelo charter procedentes de Pereira, los integrantes del plantel rojiblanco arribaron al aeropuerto de Barranquilla, donde los esperaban miles de hinchas que como si fuera un estadio llenaron por completo el Cortissoz.
Inmediatamente saludaron a su hinchada y se montaron en las máquinas del cuerpo de Bomberos de la ciudad, para saludar y complacer a los aficionados, sin importar la hora.
La caravana campeona partió de la terminal aérea local en un recorrido donde miles de fanáticos vibraban al compás de la música y se expresaban con una alegría desbordada.
Durante el recorrido, que se inició por la calle 30, los jugadores y el cuerpo técnico saludaron a los barranquilleros, algunos más ordenados que otros, pero todos felices de vivir una experiencia como esta.
El festejo se vivió a lo largo y ancho de la ciudad de Barranquilla, el departamento y la región Caribe.
Encabezados por el capitán Giovanni Hernández, por el técnico José Eugenio Cheché Hernández y el goleador Carlos Bacca, la caravana recorrió y saludó, custodiada por la Policía Nacional. En el vehículo viajaban, además varios jugadores, bomberos y funcionarios que brindaron protección a los campeones.
Barranquilla se paralizó de madrugada y siguió de largo para esperar que depara el día de hoy a los hinchas puesto que esta victoria presagia cosas buenas para el elenco tiburón.