Como goles de chalaca no se hacen todos los días, el de Vladimir Hernández ante el Cali el pasado domingo 30 de agosto aún está dando mucho de que hablar; no solo entre la hinchada juniorista sino en el contexto futbolero nacional, en el que este tipo de goles también son escasos.
Tuvieron que pasar 17 años y 9 meses para que los seguidores del Junios volvieran a regodearse en el Metropolitano Roberto Meléndez con un tanto de esta factura, lleno de plasticidad y repentismo, prácticamente reservado a jugadores marcados con un talento especial.
El antecedente más cercano de un gol similar al de Vladimir en el Metropolitano data del 18 de noviembre de 1997. El autor fue el camerunés Joseph Mbarga y lo anotó contra el Tulúa en un juego nocturno que iniciaba uno de los cuadrangulares de fin de año. Significó el triunfo 2 - 1 contra los vallunos.
El historial tiburón muestra pocos goles de chalaca a su favor, el primero en su época moderna lo marcó en 1966 Edvaldo Alves de Santa Rosa Lima, el genial Dida; es decir, hace 49 años, casi medio siglo antes de este tan ponderado de Vladimir.
Dida es uno de los astros brasileños de todos los tiempos, salió campeón del mundo con la selección de su país en el torneo ecuménico de 1958 en Suecia, en el que anotó cuatro goles. Tuvo como su suplente en ese campeonato al considerado mejor futbolista en la historia del fútbol, Edson Arantes Do Nacimiento, el Rey Pelé.
El carioca (porque nació en Río de Janeiro) llegó del Portuguesa a Junior como la contratación más rutilante del rentado nacional en ese 1966, año en el que el equipo barranquillero reaparecía en el fútbol profesional tras un receso de 12 años, pues por razones económicas abandonó la competencia en 1953.
Pero ese gol de Dida, que los hinchas más veteranos del equipo desempolvaron de sus memorias tras el ‘chalacazo’ de Vladimir; no lo vieron en Barranquilla. El escenario fue el estadio Eduardo Santos de Santa Marta, en uno de aquellos superclásicos de la Costa entre Junior y Unión Magdalena. Entró en la portería norte que da hacia la Avenida Libertador de la capital magdalenense, asegura el hincha samario Osvaldo Manjarrés.
Fue un encuentro en el que team tiburón apabulló al Ciclón Bananero 4-1, y con ese gol cerró el marcador del partido.
Teniendo de por medio la coyuntura del gol de Vladimir Hernández, AL DÍA reconstruyó con protagonistas de ese partido de 1966 cómo fue aquella voltereta espectacular de Dida, que como se dijo, se convirtió en el primer gol de chalaca en la historia moderna de los tiburones.
De Luque encajó el golazo

En su casa del barrio Los Almendros en Santa Marta, hablamos con el arquero que encajó ese golazo, el samario Jaime De Luque Barros. '¡Uff! Fue un gol espectacular. Un tiro de esquina y Dida se levantó e hizo la chilena, me dejó sin reacción. Nunca pensaba que haría eso, creía que le metería un cabezazo, ya que me amagó con la cabeza, pero de pronto se dio media vuelta y la enganchó en el ángulo izquierdo'.
De Luque, campeón con Junior en 1977, no duda en considerar ese gol como el que más recuerda de todos los que le anotaron. 'Ese golazo no lo he podido borrar de mi mente. A partir de ese momento Dida se convirtió en mi verdugo en el fútbol, me dejó marcado'.
También lo definió como un gol de esos que difícilmente vuelven a hacerse. 'Es que fue una jugada acrobática, en poco espacio, y eso no es fácil de repetir'.
El samario rememora que en 1974, cuando llegó a Barranquilla a jugar en Junior, era blanco de bromas a raíz de dicho gol. 'Una vez llegué a un restaurante y me pusieron la grabación. Incluso aquí en Santa Marta todavía hay quienes me ‘friegan’ la vida con ese gol, pero no les presto atención y me les voy'.
¿Cómo califica a Dida?
Un jugadorazo, de lo mejor que ha pasado por el fútbol profesional colombiano.
Recientemente Vladimir Hernández anotó un gol similar en el Metropolitano ¿Cree que es parecido al que le marcaron?
Ni por ahí se asemeja al que me hicieron a mi, el de Vladimir fue de costado, hizo como una ‘tijera’, mientras que el de Dida fue de antología, tiró un amague y de pronto se da una vuelta…y sácalo De luque.
Hablan otros protagonistas

De ese tanto antológico también habló Manuel Manjarrés, mediocampista del Unión Magdalena en esa tarde aciaga. 'Fue una jornada cruel que no olvidaré, el gol de Dida fue el cuarto, eso nos mandó a la lona porque estábamos cansados. Junior nos ganó sobrado, nos dio un paseo'.
Pablo Emilio Hugueth, zaguero central de los bananeros en ese partido, tiene igualmente su versión. 'La bola llegó al área y no sé de dónde salió Dida, voló y nos hizo una chilena. Fue una vaina espectacular'.
Desde la otra orilla Hermenegildo Segrera, un samario que jugaba en las toldas junioristas, guarda su recuerdo de aquella jornada. 'Fue en un tiro de esquina que cobró Quarentinha, se la pasó a Othon Valentín quien hizo el centro. Dida se levantó y la metió en el ángulo, me acuerdo que fue el cuarto gol, en el 4-1 de Junior sobre el Unión Magdalena, un equipo muy bravo en esa época'.
Otro protagonista de esa jornada fue Carlos ‘Papi’ Peña, defensor juniorista. 'Othon Valentín centró desde el lado de la tribuna de sombra del Eduardo Santos. Dida saltó a cabecear, pero no le llegó al balón, y ahí en cuestión de segundos se inventó la jugada'.
Ese gol histórico fue tomado en su época como símbolo de la supremacía que los hinchas tiburones querían ejercer sobre los samarios, en su enconada rivalidad futbolera. 'Durante mucho tiempo la gente recordó ese gol y se lo enrostraban a los del Unión. Los periodistas también lo comentaron largo', rememora el veterano cronista Luis Alberto ‘Cheo’ Feliciano.
‘Cheo’, quien estuvo en ese juego no podía dejar de hablar del tanto. 'La pelota vino desde la derecha, ya ‘bañaba’ a Dida cuando de pronto se levantó de espaldas al arco y la metió. No quedó nunca claro si ‘midió’ la pelota para hacer la chalaca, o si se volteó de repente cuando vio que lo sobraba. Un golazo en todo caso’.
El periodista, que era el comentarista estelar de Edgar Perea en La Voz de la Patria, dice que esa noche al regresar a Barranquilla los buses en que viajaban los junioristas fueron atacados a piedra por los hinchas bananeros en Santa Marta y Tasajera.
Vale la pena mencionar que los protagonistas solo recuerdan el año, 1966, pero no el día exacto del encuentro.
Después del 30 de agosto pasado con el gol de chalaca de Vladimir, comenzó entre los hinchas una nueva cuenta en el Roberto Meléndez a la espera de otro gol de esta misma vistosidad, eso sí, con la esperanza de que de nuevo lo anote un jugador de Junior.
¿Chalaca o chilena?
La concepción de este tipo de jugada es conocida en América como chalaca o chilena. La historia narra que el origen de la maniobra es peruana, que la practicaban mucho unos afrodescendientes oriundos del Callao, a los que llamaban ‘chalacos’.
Lo de chilena surge porque a nivel profesional la realizó por primera vez en 1914 el defensor chileno Ramón Unzaga, en el estadio de El Morro de Talcahuano, ciudad portuaria de Chile. Unzaga, de origen español, la repitió en la Copa América de 1916 en Argentina, donde tuvo el bautizo definitivo de chilena. En Brasil le llaman bicicleta.