Junior ha sido uno de los grandes protagonistas del fútbol colombiano en los últimos 10 años. Eso se ha visto reflejado en las nueve finales que ha logrado disputar el equipo rojiblanco en este tiempo, con un saldo negativo de tres ganadas (dos de Liga y una de Copa) y seis perdidas (cuatro de Liga, una de la Superliga y una de la Copa).
La primera la disputó con Julio Comesaña al mando. Fue en el Torneo Apertura de la Liga en 2009, cuando cayó ante Once Caldas. El equipo albo ganó ambos juegos de la final, derrotando al Tiburón 2-1 en la ida y 3-1 en la vuelta.
Luego vinieron dos alegrías que significaron la sexta y séptima estrella del cuadro barranquillero. Primero venciendo en la final a La Equidad, en el Apertura de 2010, y luego superando al Once Caldas en el Clausura de 2011.
A partir de ahí llegaron las dolorosas derrotas, una tras otra, solo dándose un respiro en 2015, con el triunfo en la Copa.
La mala racha en finales llegó en 2012, por la Superliga. Junior fue superado ampliamente por Atlético Nacional, al caer 6-1 en la serie (3-1 el juego de ida y 3-0 el choque de vuelta).
Le siguieron otras dos derrotas ante Nacional, ambas en finales de Liga. Primero en 2014, con Julio Comesaña al mando, y luego en 2015, con Alexis Mendoza como capitán del barco. Ambos títulos se definieron desde el punto penal.
Luego abrazó la felicidad con el título de Copa Águila en 2015. El cuadro barranquillero superó a Santa Fe en la final, derrotándolo 2-1 en la serie en general. El juego de ida, en Barranquilla, culminó con victoria 2-0 a favor del Tiburón, mientras que el cuadro cardenal se impuso 1-0 en el choque de vuelta.
Tras esa alegría, llegaron dos reveses más. Uno por Liga, ante el DIM (3-1 global), y otro por Copa, frente a Nacional (3-1 global).
Ante el Medelín, por la Copa Águila, el Tiburón espera celebrar su cuarto título en los últimos 10 años.